RÍO DE JANEIRO.— Tras la remodelación y con las reformas que la FIFA impuso en la construcción de los estadios para la Copa del Mundo, el interior del Maracaná fue reformado, las gradas generales para espectadores fueron eliminadas para colocar una área VIP. Las entradas más baratas desaparecieron para dar cabida a los boletos más caros en la historia del futbol en este país.
Los críticos aseguran que ahora sólo será un estadio para las élites, ya que su capacidad fue reducida a 76 mil espectadores y se demolieron las gradas de entrada general, las que eran más baratas y accesibles al público. Ahora, una entrada promedio rondará los 100 reales, es decir, unos 600 pesos mexicanos.
Movimientos sociales y organizaciones como El Maracaná es Nuestro y Frente Nacional del Hincha, acusan que el futbol, que era el deporte más popular y accesible para los brasileños, ahora será de las élites, pues este proyecto de reducir los lugares más baratos para dar confort a los asistentes fue adoptado en la totalidad de los 12 estadios donde se jugará esta Copa del Mundo, pues fue una recomendación de la FIFA, que los organizadores debieron acatar.
Para estas organizaciones, las remodelaciones traerán una discriminación, porque afectarán a las clases más pobres, en su mayoría negros, uno de los grupos mayoritarios y más aficionados.
Pero además, tras esta remodelación, el Maracaná dejó de ser un bien público administrado por el gobierno de Río de Janeiro y fue concesionado a una empresa privada durante los próximos 35 años. Ahora, el Fluminense, el Flamengo, el Vasco da Gama y el Botafogo, equipos cuya casa era este estadio, deberán pagar un alquiler por jugar en el Templo del Futbol.
Y es posible que este proyecto de modernización y privatización exacerbe más las protestas, ya que contempla demoler el complejo polideportivo que rodea el estadio, un espacio muy querido y casi sagrado para los cariocas. Ante las masivas protestas, la demolición no se ha efectuado, pero es un estira y afloja. Ésta será también un área fundamental para las Olimpiadas de Río 2016.