Austin Trout castigaba sin piedad al tapatío Rigoberto El Español Álvarez. Una y otra vez lo lastimaba en aquella velada del 5 de febrero de 2011, en la Arena Coliseo de Guadalajara. Desde una de las butacas, unos puños se apretaban ante la impotencia de no poder responder a los castigos que recibía su hermano.
Dos años después, por fin podrá lanzar sus golpes contra el estadounidense Trout. Saúl Canelo Álvarez tendrá el momento deseado de vengar la derrota de su hermano este 20 de abril en San Antonio.
“[A Trout], la verdad que sí lo tenía en la mira. Yo estaba en la pelea cuando le ganó a mi hermano Rigoberto y sentí una impotencia inmensa, con ganas de estar ahí. Ahora que tengo la posibilidad de estar arriba del cuadrilátero, de poder tener esa revancha de hace años, me emociona y representa una gran motivación para mí”, reconoce El Canelo, vía telefónica desde California.
Aquel recuerdo de la pelea en donde No Doubt Trout ganó el título vacante superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) fue un gancho al hígado a la familia Álvarez.
Además, esta cerrada pelea entre invictos monarcas mundiales superwelters, Saúl del Consejo Mundial de Boxeo y Trout de la AMB, representa la mejor oportunidad del tapatío para callar a sus más feroces críticos.
“La gente cree que siempre me baso en mi poder y nunca se fijan en que soy un peleador rápido también, que sé hacer muchas cosas en el cuadrilátero. En tanto que Trout también es un peleador fuerte, difícil, pero estoy contento por esta pelea. Estoy más que listo de ya pelear”, afirma un entusiasmado Álvarez.
Pese a que varios críticos del boxeo señalan que esta será la pelea de consolidación como estrella del boxeo mundial de El Canelo, Saúl se niega a observar así su próxima afrenta. Sí reconoce el fuerte reto de un zurdo invicto como Austin, pero no le da más importancia de la usual.
“Acepto este reto con los brazos abiertos y por eso nos estamos preparando con mucha responsabilidad para este gran reto y todo el entorno que rodea la pelea. Estamos contentos de poder pelear en esta situación y queremos que la gente se sienta orgullosa de nuestro combate”, resalta Saúl, cuyo promotor Óscar de la Hoya lo considera como “la nueva gran estrella del boxeo mexicano”.
A menos de 10 días para el combate, Saúl ya ansía enfundarse los guantes y enfrentar al que puso con más de un pie en el retiro del boxeo a su hermano Rigoberto. Una motivación más para doblegar a Trout.