Dos horas fueron más que suficientes para que Ricardo El Finito López dejara sembrada la semilla del triunfo en la juventud deportista queretana.
Para finalizar el Congreso DeporVida que organiza en conjunto el Instituto del Deporte y la Recreación de Querétaro (Indereq) y la Universidad Anáhuac, el boxeador, ex campeón mundial peso paja y quien terminó invicta su carrera profesional de poco más de 18 años, relató su historia como parte de la conferencia “Un gancho a la vida”.
Emotivo resultó este encuentro con alrededor de 400 hombres y mujeres que realizan alguna actividad deportiva como complemento para sus vidas; a todos ellos, López Nava invitó a seguir por el camino del ejercicio y el deporte, siempre con la mentalidad de ser mejor cada día.
“No vengo a dar consejos ni guías, sólo vengo a compartir, y que quede bien claro el mensaje de ¿si yo pude, por qué tú no? Creo que los jóvenes son el presente y el futuro de México y si puedo colaborar en algo con mi carrera, me voy feliz. Por eso me gusta estar con los jóvenes, si son 10 y le cae el 20 a uno, con eso estoy feliz”, dijo El Finito López.
Durante su plática, el campeón hizo un recuento de su vida. De los momentos cruciales que marcaron su camino hacia el campeonato mundial; del esfuerzo, de la determinación que lo llevó a pasar poco más de 27 años dentro de un gimnasio para prepararse en cada momento para sus contiendas, aunque reconoció que nunca pasó por su mente buscar chavos para entrenarlos o apostar por convertirse en entrenador.
“Estuve 27 años metido en un gimnasio, ahora ya no me quedan ganas de volverme a meter“, responde, al tiempo de externar que sus facetas como comentarista y conferencista, son las que ahora lo satisfacen.
“Me gusta narrar peleas los sábados y transmitirle a la gente lo que está viendo, pero me gusta más dar conferencias, porque si puedo, con mi carrera, decirle a alguien que puede lograr eso y más es importante.
“Todos tenemos muchas cualidades, sé que toda la gente es valiosa y cuando alguien se baja la autoestima, sólo me da mucho coraje. Hay para vivir feliz y estar mejor; no sé por qué nos encerramos en unos barrotes que uno mismo crea”.