Juan Manuel Márquez ya empieza a planificar su retiro. Un escenario en donde le llama la atención impulsar a jóvenes boxeadores, el seguir como analista televisivo e invertir en bienes raíces. En tanto que la política es algo que no le llama tanto la atención, pese a sus públicas expresiones partidistas en el pasado.
“Son muchos planes los que tengo cuando me retire. Estoy como inversionista de bienes raíces, con un proyecto muy bueno, así como promotor de un peleador y estoy en pláticas con otro. Además, me gustaría seguir como comentarista. Más vale de poquito a poquito”, reconoce ‘Dinamita’ Márquez, en charla con EL UNIVERSAL.
La última leyenda del boxeo mexicano lanzó hace cinco años su propia firma promotora, Márquez Boxing Promotions, que lo ha acompañado en sus últimas peleas. Es a través de esta plataforma desde la que buscará impulsar a nuevos talentos. Por el momento, ya inició un trabajo como asesor del peleador Daniel ‘Tremendo’ Estrada, quien ya llegó a pelear el título ligero del Consejo Mundial de Boxeo ante Omar Figueroa Jr.
“Me llama la atención el apoyar a los boxeadores que vienen empujando fuerte. Me gustaría hacerlo bien para que los chavos crezcan y logren su objetivo. Además, para que puedan ganar las bolsas que merecen”, agrega el pugilista campeón mundial siete veces en cuatro distintas divisiones.
Otra faceta es la de accionista en bienes raíces, y confiesa que ha aprendido con el paso. Reconoce que al inició, lo defraudaron, pero que poco a poco ha sabido invertir en buenos negocios, con miras a no sufrir de dinero en un futuro para él y su familia.
“Sé que todo lo que tiene un principio, tiene un fin, como todas las carreras. Por eso estoy previniendo con inversiones que me dejan un ingreso mensual fijo. También estoy moviendo mi dinero en Estados Unidos. Gracias a Dios, el estudio y la gente que estuvo cerca de mí en mi juventud, me hizo consciente de cuidar el dinero”, apunta.
Sobre la posibilidad de empezar una carrera política, aclara que no está interesado en iniciarla, pese a que en 2011 mostró una abierta simpatía al Partido Revolucionario Institucional. Incluso portando un parche de dicho partido en su pantaloncillo durante su tercer combate ante Manny Pacquiao, que le costó una multa al PRI por parte del Instituto Nacional Electoral, pues un día después del combate se celebraron votaciones en Michoacán.
“No hay interés de mi parte en estos momentos de iniciar carrera política. Me han estado llamando personas para apoyarlos en sus campañas, pero no estoy haciendo proselitismo con nadie. Me estoy dedicando a lo mío y no quiero echar a perder todo lo que se ha hecho en cuestión de segundos”, dice.
“Me pongo a pensar si me ayuda en estos momentos apoyar a mis convicciones políticas y creo que no me beneficia. Si yo me meto a apoyar al partido que respaldé en su momento y del que sigo ahí sin problemas, la gente te empieza a atacar. Pero pesa más que estoy concentrado en mis planes personales que me impiden entrar a la política”, agrega con firmeza el boxeador.
Su lesión en la rodilla derecha es la causante de su largo meditar sobre su continuación en los encordados.
“Me quiero poner al ciento por ciento, porque no quiero arriesgar nada. No me quiero retirar con una derrota. Para mí sería malísimo. Primero hay que valorar mi condición. Si me siento bien, seguiré. Si no me siente bien ¿para qué arriesgar la salud y todo lo que se ha construido? ¿Para qué dejarlo caer? Mejor seguir siendo ejemplo para toda la gente”, expone.
Mientras toma una decisión final sobre una continuidad, en la que su nombre aparece como posible rival de peleadores como Floyd Mayweather Jr., Juan Manuel no baja la guardia para mantenerse como un ejemplo positivo para sus aficionados.
“Que me vean como una figura de triunfo es algo padre, pero también es una posición muy difícil, porque te toman como ejemplo. Tienes una gran responsabilidad, en la que debes aprender a sobreponerte y siempre buscar el mostrar el lado bueno, porque uno también tiene el lado malo, el lado de coraje, pero, por la gente que te sigue, debes mostrar siempre lo bueno”, apunta el capitalino, reflexivo sobre su vida después del boxeo.