SANTO ANDRÉ.— El presidente de la Federación Alemana de Futbol (DFB), Wolfgang Niersbach, celebró ayer tener como rival a Argentina en la final del Mundial de Brasil el domingo en Río de Janeiro y confió en que su equipo vuelva a imponerse como en los últimos cruces con los sudamericanos.
“En los útimos tiempos mantuvimos la tónica de que Argentina ganase los partidos amistosos y nosotros los de competición. Confío en que la cosa siga así”, dijo Niersbach en una entrevista con la televisión de la Federación Alemana de Futbol.
Alemania ganó los últimos tres partidos frente a Argentina en los Mundiales, incluida la final de 1990 en Italia (1-0). En 2006 en Berlín, por la vía de los penaltis y en 2010 en Ciudad del Cabo (4-0) hubo victorias germanas en cuartos de final.
En contra parte, el presidente de la Liga alemana, Reinhard Rauball, analizó que Alemania tendrá una final complicada viendo lo hecho por Argentina en las semifinales.
“Los argentinos se concentran en primera línea en la defensa y estabilizan el centro del campo por delante del cuarteto defensivo, de un modo que hizo muy difícil a los holandeses superarlos. Pienso que a nosotros nos espera lo mismo”, dijo a la televisión de la DFB.
Sin embargo, Niersbach consideró que el seleccionador alemán, Joachim Löw, planteará una táctica distinta a la de los holandeses. El directivo celebró además que, tras la eliminación de Holanda, Alemania es ya “el mejor equipo europeo en el Mundial en Brasil”.
Mientras tanto, el símbolo alemán, Franz Beckenbauer, advirtió ayer que Argentina será un rival “peligroso” para los germanos en la final de Brasil 2014 y destacó su “defensa impenetrable”.
“Poder superarla será un gran desafío para el equipo alemán”, escribió Beckenbauer en su habitual columna mensual para la agencia germana de noticias DPA, difundida ayer.