En tres semanas Gallos Blancos disputó un total de siete partidos, entre los torneos de copa y liga, y mientras en el primero el arranque de campaña ha sido perfecto en el otro la presión es cada vez mayor.
Desde que se concretara la permanencia de Querétaro como plaza del máximo circuito, las expectativas, tanto al interior de club como en la afición, han sido de consolidarse como un equipo fuerte y pelear por grandes objetivos, sin embargo, únicamente el objetivo de ganar la Copa MX y lograr un boleto para la Copa Libertadores ha tenido un buen comienzo.
Un par de victorias ante el Atlético San Luis colocan a los emplumados en la cima de su grupo y con la ilusión intacta de calificar a la siguiente fase. Con efectividad más que brillantez el cuadro B de Ignacio Ambriz ha respondido en la cancha.
Jugadores como Liborio Sánchez, Gerardo Espinoza, Mario Osuna e Isaac Romo han sido los referentes de un Gallos Blancos que con tranquilidad y confianza espera la siguiente serie ante Leones Negros de la Universidad de Guadalajara.
En contraparte, aunque se sabía que el primer tramo del Apertura 2013 en la Liga MX sería complicado al enfrentar en sus primeros cuatro compromisos a equipos que disputaron la liguilla previa, los altibajos dentro y fuera de la cancha dejan la impresión de que la cosecha de puntos podría ser mejor.
En la copa, el punto extra por llevarse la serie ante los potosinos coloca a Querétaro con siete unidades en la cima del grupo cinco, con una cómoda ventaja de cinco unidades sobre Leones Negros y Pumas.
En la liga, Gallos Blancos tiene cinco puntos y se coloca en el lugar 12, lejos del objetivo de estar entre los ocho mejores. Además, esa posición es engañosa, pues dos equipos que están por debajo en la clasificación, Guadalajara y Puebla, tienen un partido pendiente.