Rafael Nadal consiguió su decimosexto título de Grand Slam al apabullar al sudafricano Kevin Anderson por 6-3, 6-3 y 6-4 en la final del US Open. El español dio una actuación tan sólida como deslumbrante.
En dos horas y 27 minutos de juego, el número uno del mundo mostró toda su jerarquía para aplastar a un rival que debutaba en una definición de un torneo grande e hizo lo que pudo ante el dominio del ibérico.
Para Nadal, quien no ganaba un título sobre pista rápida desde Doha 2014, el tercer trofeo que logra en el cemento neoyorquino después de los logrados en 2010 y 2013. Además, cerró la temporada de los grandes con los títulos de Roland Garros y el US Open; también jugó final del Australia Open, donde fue derrotado por Roger Federer. Por si fuera poco, se llevó un premio de 3.7 millones de dólares.
“Lo que ha pasado este año es increíble. Después de dos temporadas con lesiones y sin jugar bien en algunos momentos, 2017 ha sido muy emocionante desde el principio”, dijo Nadal en la pista Arthur Ashe, la más grande del mundo.
El español tenía su cuenta de Grand Slam parada en 14 desde Roland Garros 2014. Después vivió una temporada con dudas y ansiedad en 2015 y cuando parecía recuperar su nivel le frenaron las lesiones en 2016. Pero en 2017 resurgió: perdió la final de Australia, pero después ganó Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roland Garros en la gira de arcilla antes de coronar el año en Estados Unidos.
“Gracias a la vida por esta oportunidad, a mi familia, a mi equipo”, agregó el tenista de 31 años, que sale catapultado para terminar la temporada como número uno del mundo. Mañana aparecerá con casi 2 mil puntos sobre Roger Federer, segundo mundial.
En cambio, el suizo es el primero en el ranking histórico de Grand Slam, con 19 coronas, entre ellas Australia y Wimbledon, de este año. Después del título en Nueva York, Nadal está de nuevo a tres.
Las vitrinas de Rafa cuentan con 10 Roland Garros, tres US Open, dos Wimbledon y un Australian Open.
Ayer, a Nadal le bastó con poner presión sobre el servicio de Anderson desde el primer punto.
El africano intentó ponerse a la par, pero Rafa se plantó dominante con su saque, sin conceder siquiera una opción de quiebre.