Amor y odio. Sentimientos que genera el América, por la exigencia de tener el respaldo de Televisa, la más grande televisora de habla hispana. Emilio Azcárraga Jean sólo quiere que su equipo acumule títulos, un deber irrenunciable.
La simbiosis entre el coloso de la comunicación y el club comenzó en 1959, cuando Emilio Azcárraga Milmo, padre del actual dueño de las Águilas, decidió adquirir al humilde conjunto crema que estaba al borde de la extinción por sus severos problemas económicos.
El rescate ha implicado que el conjunto amarillo sume 12 títulos de Liga en la era profesional para tener la etiqueta del conjunto más ganador de la hoy llamada Liga MX. Televisa es la gran responsable de la construcción del americanismo que goza, junto con sus orgullosos fieles, de tener el slogan “Ódiame Más”.
Fichajes rimbombantes de mexicanos y extranjeros, la construcción del Estadio Azteca y la pantalla de televisión como arma generaron un afición fiel, que sólo quiere ver a su equipo por encima de todos los demás y con el cetro en la mano.
“Emilo Azcárraga Milmo es un símbolo del equipo, junto con Guillermo Cañedo [presidente del club de 1961 a 1981], para lo que fue el América y viene una camada de directivos encabezados por Panchito Hernández, que desembocaron en los éxitos que ha logrado el equipo”, resume Enrique Borja, ídolo de los Millonetas en los años 70.
“El América es un equipo que está hecho para ganar, porque así siempre lo ha querido el dueño. El equipo tiene los valores de Televisa, de la gente que trabaja en esa empresa y ese apoyo incondicional, con la exigencia que corresponde”, remata el ex delantero.
Borja, junto con Carlos Reinoso, formaron una dupla que guió al América a dos títulos, que se sumó al conseguido en la temporada 1965-66. En los años 80, vino la época dorada del club con cinco campeonatos de Liga.
“Yo estoy muy agradecido con Televisa, porque pudiendo contratar a cualquier entrenador, se fijaron en mí”, señala Miguel Ángel “Zurdo” López, bicampeón con las Águilas en 1984-85 y PRODE 85.
“Es la más grande empresa de telecomunicaciones y tienen la capacidad económica para ofrecerte muy buenos planteles”, agrega el estratega argentino.
Palmarés azulcrema que se completó en el siglo XXI con las coronas del Verano 2002, Clausura 2005, Clausura 2013 y Apertura 2014.
“El señor Emilio Azcárraga siempre está involucrado con su equipo y busca que la afición se sienta orgullosa. La verdad es un privilegio trrabajar en ese equipo, que por lo general, tiene buenos planteles”, expone Manuel Lapuente, técnico monarca con la franquicia americanista en 2002.
Las razones del odio. Pase lo que pase, el América no pasa desapercibido. Sus fans le profesan un amor eterno, mientras que para los que no comulgan con el club de Coapa anhelan que caiga irremediablemente en todos sus partidos.
¿Por qué ese odio?
“El tema particular del América es que es propiedad de la mayor televisora de habla castellana, que es Televisa. A veces traspolamos las cosas, queremos que pierda el América para quienes no simpatizan con ese equipo, porque es la forma de castigar a la empresa propietaria. Es injusto lo que digo, pero así es como funciona el sentimiento de la gente”, considera el sociólogo José Miguel Candia.
“Televisa está identificada con las políticas oficiales, fue priísta. El ‘Tigre’ Azcárraga, cuando el presidente era Carlos Salinas de Gortari le pidió una cotización para un grupo de empresarios, dijo: ‘Bueno, si quieren compro al PRI, no sólo hago un aporte, sino que tengo la capacidad de comprarlo’. La relación de Televisa, antes de que se llamara así estuvo asociada al Estado”. explica el catedrático de la UNAM.
Para el experto, la ciudadanía crítica de las políticas oficiales, relaciona al Club América con lo que sucede en el país.
“Decimos que pierda el América, que se fastidie Televisa, que sepan las autoridades que estamos inconformes con lo que están haciendo. Es un fenómeno de transferencias, no es lineal, ni que el gobierno lo entienda así, está en el inconsciente de la ciudadanía, esto pesa bastante”, evalúa Candia.
Al aficionado americanista, le importa la cosecha de títulos. Los triunfos son su alimento y no le importa si hay decisiones arbitrales polémicas a su favor de por medio, según el sociólogo.
“Hay una parte institucional que tiene que ver con los factores negativos, que es el enorme peso que tienen las televisoras en algunas decisiones que se toman desde la Federación Mexicana de Futbol para las designaciones arbitrales o los castigos posteriores que se dirimen en la Comisión Disiciplinaria y otros organismos”, apunta.
“La gente que simpatiza con el América lo revierte, es como quien dice: ‘Y qué, somos influyentes en todo’, o: ‘Sí y qué, somos el equipo más importante y poderoso de la Liga mexicana’”, concluye Candia, quien está convencido que las Águilas pueden ser amadas u odiadas, pero jamás ignoradas.