Miami.— Los cinco candidatos a la presidencia de la FIFA se reúnen hoy aquí con algunos de los votantes más indescifrables de la votación, que están inmersos en su propia lucha de poder y crisis financiera.
Nada es sencillo últimamente en la Concacaf, cuyos tres últimos presidentes fueron acusados por el Departamento de Justicia estadounidense por el escándalo de corrupción en el futbol. Las 35 federaciones con voto de Norte, Centroamérica y el Caribe podrían ser decisivas en la elección del 26 de febrero.
Así que debido a la importancia, los candidatos van a desfilar para enamorar a la Concacaf. “Cada miembro puede tomar su propia decisión”, dijo Víctor Montagliani, presidente de la Federación de Canadá. “El Comité Ejecutivo de la Concacaf no emitirá ninguna declaración de respaldo a algún candidato”.
Esa libertad de decisión, y el hecho de que la región no tiene alianzas con ninguno de los cinco candidatos de África, Asia y Europa, hacen que sea tan difícil descifrar las intenciones de la zona.
Los candidatos son el jeque Salman bin Ibrahim al Khalifa de Bahrein, uno de los favoritos y líder de la confederación asiática; el secretario general de la UEFA, Gianni Infantino, un suizo que tienen el endoso de las siete federaciones centroamericanas; el príncipe Alí bin al-Hussein de Jordania, un ex vicepresidente de la FIFA; el ex director de Relaciones Internacionales de la FIFA, el francés Jerome Champagne; y el empresario sudafricano Tokyo Sexwale, jefe de la unidad antidiscriminación de la FIFA.
El príncipe Alí tuvo algunos votos de la región cuando perdió las elecciones presidenciales de mayo ante Joseph Blatter.
A dos semanas de las elecciones en Zúrich, la votación no es el principal motivo para la reunión de los 41 miembros de la Concacaf. El organismo intenta implementar reformas para mejorar la gobernanza y luchar contra la corrupción.
La plana mayor de ambos organismos, al igual que de la Conmebol, fue sacudida por las investigaciones de Estados Unidos y Suiza sobre corrupción. Hoy, los miembros de la Concacaf pactarán una postura sobre las reformas propuestas por FIFA y que serán sometidas a votación en la asamblea del 26 de febrero.
“Nos pareció importante reunirnos ahora y no en Zúrich”, dijo Montagliani. “Después de Miami, podemos estar de acuerdo en que no estamos de acuerdo en todo, pero estaremos claros al respecto”.
Las finanzas también serán tema de conversación. FIFA detuvo 10 millones de dólares en financiamiento a la región por recomendación de su grupo de auditoría, fondos cruciales para el Caribe.
La Concacaf se reunirá sin un presidente, ya que no elegirá a su líder hasta el 12 de mayo en la Ciudad de México. Montagliani es uno de candidatos, junto con Larry Mussenden (Bermuda), Gordon Derrick (Antigua y Barbuda) y Mark Rodrigues (Guyana).