CANCÚN.— “No veo fantasmas, veo muchas playeras azules que esperan que los buenos tiempos regresen”. Guillermo Álvarez Cuevas, presidente de Cruz Azul, no puede ocultar la alegría, la emoción, las lágrimas. Su equipo, al que ha defendido “desde el campeonato de la Segunda División, como jugador”, ha vuelto a la palestra y quién sabe, quizá sea el inicio de “una nueva era” para la escuadra celeste.
Y es que La Máquina es otra vez campeona. La vilipendiada Copa es ahora el “campeonato más grande del mundo”. Muchos hablan ya de que la historia de los 90 podría repetirse con este equipo.
¿Por qué? En 1997, La Máquina rompió una racha de 16 años sin título con un torneo de Copa, después vino una Concacaf, y una Liga.
¿La historia podría repetirse?
Este título, agrega el presidente cementero, “lo comparo con la Liga del 97 y con la Copa ganada con el profesor [Víctor Vucetich]. Y la gente que ha mantenido la ilusión y nunca se ha alejado del equipo, a pesar de los mensajes en contra, aquí está el título. Crean, crean”.
Nueva era
Los jugadores no están ajenos a este posible nuevo inicio, y el héroe de la final, José de Jesús Corona, lanza el reto: “Esta puede ser una nueva era”.
El portero apunta que esta victoria puede traer nuevas y buenas cosas: “Esperamos vientos de cambio. Se logró culminar un sueño y ahora vamos por el siguiente que es calificar a la Liga”.
La Copa era importante, aunque otros no la quieran ver así. “Si no la hubiéramos conseguido, la loza hubiera sido mucho más pesada, muy difícil hubiera sido levantarnos. Era sí o sí ganarla. De aquí en adelante, definitivamente pueden venir buenas cosas”.
El capitán sin copa
Corona se ha vuelto referente en poco tiempo, y el referente de mucho tiempo es Gerardo Torrado, quien se había quedado ya demasiados años con las ganas de levantar un trofeo de campeón. “Sí, era una presión muy grande la que arrastrábamos, en lo particular deseaba un momento como este, pensaba que nunca iba a llegar, por eso lo disfruto tanto”.
—¿Es hora de creer?
—Siempre hemos creído en nosotros, en este equipo que tiene mucha tradición; sólo era cuestión de que llegara la nuestra, y llegó.
Glorias pasadas
Alberto Quintano, también vilipendiado por su poca relación con los medios y con la afición, ahora reconoce que el pedir paciencia fue lo más adecuado. “Ahora agradezco que la hayan tenido. Ahora es tiempo de disfrutar”.
Los fantasmas, asegura, se han ido: “Esto es lo que necesitábamos para quitarnos la muralla psicológica. Sé que a partir de ahora pueden llegar muchos títulos; esa barrera que tanto pesaba, ha desaparecido”.
—¿Cruz Azul recuperó la grandeza?
—Cruz Azul nació grande con el licenciado Guillermo Álvarez Macías y mucha gente lo ha hecho grande. Ojalá El Kalimán [Javier Guzmán], Sánchez Galindo, nuestro capitán Héctor [Pulido], Horacio [López Salgado] y claro, los que ya no están, desde allá arriba, sepan que vienen buenos tiempos, tiempos mejores”.
Ahora, es momento de pensar en la Liguilla. Pero a los jugadores cementeros les ha caído, también, la ubicación como cualidad. “No, no hay Liguilla, aún hay torneo”, dice Gerardo Torrado. “Vamos por el siguiente partido”, apunta Corona y Quintano remata: “La siguiente final es contra Xolos, de ahí para adelante”.