Sólo se podía abrir de esa forma. Ante un juego tan cerrado, sólo un error podía marcar la diferencia.
Partido igualado a cero en el estadio Victoria, Necaxa llega, Toluca también, ambos lo intentan, pero les falta algo... La fortuna. Minuto 80. Viene un balón por lo alto. Es de rutina. Santiago García defensor rojo se ve presionado por Martín Barragán, de Necaxa. Si despeja se acaba todo... Alfredo Talavera está a medio camino. Pero, García rebana la pelota y ésta toma altura, no mucha, la suficiente para superar a Talavera y bajar directo a las redes.
El Victoria estalla... Es el gol del título. Necaxa fue el primer campeón de Copa en el futbol. No se jugaba profesionalmente, pero se lo llevó. Era 1932. En 2018 se volvió a coronar.
Necaxa digno campeón de Copa 2018. Del torneo en el que nadie quiere participar, pero que todos quieren celebrar. El juego ante Toluca fue feo, duro, de mucho choque, pero al final, un error fue la diferencia.
El que se equivoca, pierde. El primer tiempo fue una muestra que a estilos parecidos, hay cero espectáculo. Toluca vino a hacerse del balón. La premisa de los de Hernán Cristante fue pararse muy bien organizados en su campo, para, al recuperar el balón, salir en trazos largos gracias a la dinámica de Rubens Sambueza y Luis Quiñones. Sí, Toluca tuvo el balón, pero Necaxa tuvo la llegada de peligro, una, pero muy cercana a gol que sólo se evitó por la gran salida de Alfredo Talavera a disparo de Carlos González. Fuera de eso, ambos se nulificaron, al darle prioridad a la destrucción olvidaron la creación y el cero a cero fue el merecido premio a un infame primer tiempo.
El primero en soltarse el pelo fue Hernán Cristante, quien mandó a la cancha a Ángel Reyna, pero el atacante le hizo honor a su nombre, comenzó a pelearse con sus atacantes que no le hacían caso. Cristante arriesgó y Necaxa aprovechó los espacios, comenzó a atacar más, pero igual que en el primer tiempo fue el otro equipo el que tuvo la más peligrosa.
El defensor Santiago García mandó el balón a las redes, pero estaba en fuera de lugar... Gol anulado. Parecía rojo, pero fue rojiblanco... El error de García definió todo. Ya no había tiempo para reaccionar. La frustración de Toluca llegó al reclamó por la expulsión de Barrientos a manos de un estricto Arturo Ramos. Silbante que ayer sentenció a los escarlata con una tarjeta del mismo color.
Y Necaxa al fin gana un torneo en su casa, el Victoria... Después de años y años en el Ascenso MX, es un justo ganador.
Sobre el terreno de juego, Nacho Ambriz festeja como el que más. Durante mucho tiempo fue señalado por ser un técnico frío, con falto de carácter y que vivió a la sombra de Javier Aguirre.
Cuando estuvo en América fue ninguneado por no ser un hombre de declaraciones punzantes, a pesar de ganar un título fue echado y ahora con el Necaxa donde consiguió sus más grandes logros como jugador lo volvió a hacer: ganó un título. Nacho no habla, que festejen los jugadores, “yo qué”, expresa, sólo se va eufórico con la porra, para después agarrar el escudo del Necaxa... Lo besa... Y dice adiós.