“Al final la justicia imperó y la técnica se impuso a la fuerza. Un gol de Andreas Brehme, en penal, marcado por el árbitro mexicano-uruguayo Edgardo Codesal, dio la victoria a Alemania y puso fin a la buena fortuna de Argentina y sus aspiraciones de refrendar el título conquistado en México”.

Así publicó EL UNIVERSAL la crónica de la conquista alemana en Italia 1990.

“El rey ha muerto, viva el rey.

Lágrimas y tristeza en el equipo de Diego Armando Maradona, alegría y festejos entre los alemanes, quienes debieron esperar cuatro años para conquistar el título en un juego de revancha”.

“La selección de Alemania no sólo fue la más regular a lo largo del torneo, sino que dominó ampliamente el encuentro; los tiros llegaban de todas partes a la portería de Argentina, algunos pasaban rozando los postes y otros fueron detenidos angustiosamente por Sergio Goycochea, guardameta de la albiceleste”.

“Casi 75 mil personas presenciaron en el estadio la caída de Argentina, la gran mayoría la deseaba, lo demostraron abucheos que silbaron constantemente a Diego Maradona y a sus compañeros”.

“Maradona no pudo contenerse y también exclamó algunos insultos, inaudibles pero entendibles cuando el himno argentino no pudo escucharse por la gran rechifla”.

El juego fue muy rudo, seco, y para muestra “(...) Incontables faules, la gran mayoría cometidos por los jugadores de Argentina. Codesal debía detener constantemente el encuentro ante las airadas protestas de los argentinos, los que sufrieron dos expulsiones por juego violento y actitud antideportiva. En la primera mitad sólo hubo 27 minutos de juego efectivo, pero los roces, las faltas, fueron mucho más frecuentes en la parte complementaria (...)”.

Alemania ganó por uno... “(...) El marcador debió haber sido más amplio, pero Alemania no aprovechó las oportunidades que se le plantearon o bien Argentina seguía teniendo la suerte de su lado, hasta que intervino Codesal quien impuso un récord en este Mundial, como el árbitro que más tiros penales marcó con un total de 5)”.

Llegó el momento clave del juego. “Argentina busca llegar nuevamente a la serie de penales, mantenerse atrás y dejar transcurrir el tiempo, lo cual casi logran, pero en el minuto 84, una grave falta de Sensini sobre Vöeller dentro del área origina la pena máxima y Brehme, jugador que estuvo a punto de anotar un autogol, cobró implacable, sin dar oportunidad a Goicoechea, para el único gol del encuentro que desató un gran júbilo en las tribunas”.

“(...) El encuentro no tuvo un alto nivel futbolístico, pero mantuvo todo el tiempo la atención del público. Un partido singular en el que se veía a Maradona gesticular; momentos álgidos, no cesaban los alaridos en las tribunas. Codesal amonesta el público que silba al jugador sancionado y un impulsivo Andreas Brehme que echa del campo a los camilleros que pretendían auxiliar a Diego Maradona después de una falta (...)”.

Y el juego terminó. “(...) Así concluye una página más del futbol mundial, otro episodio en este deporte tan apasionante que hace vibrar a los fanáticos y genera grandes emociones como crea también grandes ídolos”.

“Ahora el mejor fue Alemania de inicio a fin, pero sufrió para doblegar esa defensiva férrea, esa determinación Argentina”.

“Ese tipo de futbol que también imperó en este torneo”.

“Ciao Italia ‘90, el rey ha mueryo, viva el rey”.

Asú publicó EL UNIVERSAL, la revancha del Mundial de México 86. En Italia 90, Alemania fue la que se impuso y ahora, 24 años después, viene el juego definitivo. Ya no quedarán dudas.

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