En tres semanas, Gallos Blancos disputó un total de siete partidos, entre los torneos de Copa y Liga, y mientras en el primero, el arranque de campaña ha sido perfecto, en el otro, la presión es cada vez mayor.
Desde que se concretó la permanencia de Querétaro en el máximo circuito, las expectativas, tanto al interior del club como en la afición, han sido de consolidarse como un equipo protagonista. Sin embargo, únicamente el objetivo de ganar la Copa MX y lograr un boleto para la Copa Libertadores han tenido un buen comienzo.
Un par de victorias ante el Atlético San Luis colocan a los emplumados en la cima de su grupo y con la ilusión intacta de calificar a la siguiente fase. Con efectividad más que brillantez, el cuadro B de Ignacio Ambriz ha respondido en la cancha.
En contraparte, aunque se sabía que el primer tramo del Apertura 2013 en la Liga MX sería complicado, al enfrentar en sus primeros cuatro compromisos a equipos que disputaron la Liguilla previa, los altibajos y problemas dentro y fuera de la cancha dejan la impresión de que la cosecha de puntos podría ser mejor.
Un error a nivel directivo dejó sin posibilidades de alinear en la fecha inaugural ante Morelia a Wilberto Cosme, Oswaldo Henríquez y Pablo Gabas, los dos primeros titulares, y a pesar de que el funcionamiento fue bueno al comienzo, la contundencia de Monarcas inclinó a su favor el resultado.
La segunda fecha trajo consigo un resurgimiento del equipo, ya con plantel completo, que terminó por sacar una histórica goleada ante Pumas en CU. Después, los problemas crecieron.
El siguiente compromiso en La Corregidora para Gallos Blancos fue ante Monterrey y de nueva cuenta quedó demostrado que para pelear con los mejores planteles del país, no hay que cometer errores. Los locales mostraron capacidad de reacción y sacaron un empate con sabor a victoria, pero a final de cuentas, sólo un punto.
Gallos Blancos visitó a Santos y aunque no fue claramente superado por el cuadro norteño, las desatenciones (una falta en el área y la expulsión de Dionicio Escalante), fueron bien aprovechadas por los verdes para ganar.
En su más reciente compromiso ante Chiapas, todo iba bien y parecía que llegaría el triunfo que diera tranquilidad, pero la lesión de Cosme y el planteamiento defensivo de Ambriz derivaron en otra igualada en casa.
La tardía llegada del último refuerzo, Leandro Gracián, la acusación de dopaje sobre Marco Jiménez y Amaury Escoto, así como la supuesta riña en un restaurante de Liborio Sánchez, mantuvieron presión sobre el plantel.
En la Copa, el punto extra por llevarse la serie ante los potosinos coloca a Querétaro con 7 unidades en la cima del Grupo 5, con una cómoda ventaja de cinco unidades sobre Leones Negros y Pumas.
En la Liga, tienen 5 puntos y se colocan en el lugar 12, lejos del objetivo de estar entre los ocho mejores. Además, esa posición es engañosa, pues dos equipos que están por debajo en la clasificación, Guadalajara y Puebla, tienen un partido pendiente.