El directivo en el futbol mexicano es un “mercader” exigente con los futbolistas de su propiedad. Los tasa en precios estratosféricos para venderlos a Europa, pero su valor real dista mucho del que acá le ponen.
“Sí, sí, está un poco sobrevalorado el jugador mexicano”, acepta Andrés Fassi, vicepresidente deportivo del Pachuca, que recientemente vendió a Héctor Herrera al Porto de Portugal, en 11.8 mdd.
La fortaleza económica de los equipos del balompié mexicano, asegura Fassi, contribuye al sobreprecio de los jugadores nacionales y complica su exportación.
“No hay necesidad de vender, pero sí hay necesidad de comprar, aunque sea caro. Los clubes, por las necesidades deportivas que tienen, pagan tasaciones que realmente están sobrevaluadas por la necesidad deportiva y el buen funcionamiento económico de los equipos”, describe Fassi.
Ejemplos de precios “inflados” por los jugadores nacionales hay varios. Jorge Vergara le puso un precio superior a los 10 millones de dólares a Marco Fabián, cuando el volante que milita en Cruz Azul vale 7.3 mdd, de acuerdo con el portal especializado Transfermarkt.
La oferta de 5.2 mdd que presentó el Stuttgart alemán por el jalisciense se le hizo demasiado baja al propietario del Guadalajara.
El América dejaría salir a Raúl Jiménez al Atlético de Madrid por 15 mdd, casi 11 millones más de su valor estimado (4.43 mdd).
“México es un país complicado para llevarse futbolistas a Europa, porque los equipos son fuertes a nivel económico”, resalta Matías Bunge, agente de Ulises Dávila, mexicano que pertenece al Chelsea de la Liga Premier inglesa.
“Para desprenderse de ellos, a veces se piden unas sumas elevadas, distintas a las que se manejan en el mercado sudamericano, como son la chilena o la ecuatoriana; hasta los argentinos salen por menor cantidad de dinero”, revela.
El colombiano Radamel Falcao, cuando emigró a Europa, le costó poco más de 8 mdd al Porto para “arrebatárselo” al River Plate.
Jorge Berlanga, representante del portero Guillermo Ochoa, asegura que también hay dificultades para negociar con los clubes mexicanos, porque “no están dispuestos a vender” a sus activos.
“México no es un futbol barato y, por eso no se sigue demasiado. Se le pone mayor interés a otras ligas, porque es más fácil de negociar en el sentido de que hay ligas como la argentina, la colombiana o la ecuatoriana, que viven de vender jugadores; en México no hay esa necesidad”, afirma el agente.
En las principales ligas europeas —España, Inglaterra, Italia, Portugal y Holanda— hay, hasta el momento, 13 jugadores mexicanos. Tan sólo en la Serie A del Calcio hay 12 colombianos.
Además de la sobrevaloración del futbolista mexicano por parte de sus clubes, Andrés Fassi también atribuye la baja exportación a que “el jugador mexicano está muy cómodo en México, porque está en un futbol organizado, donde económicamente, sus servicios son prácticamente remunerados como en las mejores ligas, y esto muy difícilmente hace que el jugador quiera emigrar”.
“Atados” a la Liga MX.