Guadalajara.— Había un hueco en la cancha. Hacía falta un elemento, el histórico defensa Rafael Márquez.
Ausencia que el Atlas, equipo de los amores del Káiser de Michoacán, intentó subsanar. Los futbolistas rojinegros saltaron al terreno de juego con el dorsal 4 para realizar el protocolo previo al encuentro con el América.
Desde el exilio, el central agradeció —vía Twitter— las muestras de solidaridad que ha recibido, luego de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo señaló por vínculos con el narcotráfico.
Como parte del castigo por su presunta relación con Raúl Flores Hernández, Márquez tuvo que dejar las canchas para arreglar sus asuntos legales.
El gesto atlista fue para recordar a su capitán caído en desgracia desde el miércoles.
La gente en la tribuna tenía bien puesta la camiseta del michoacano. Nadie mostraba pena, ni nada que se le pareciera. Para nadie en el estadio Jalisco fue un secreto los graves problemas que tiene, pero nadie olvida lo que ha hecho en el campo.
Ganarlo todo en el Barcelona, sumar cuatro Mundiales y volver a los Rojinegros con la intención de coronarse en el equipo que le dio la oportunidad de forjar una leyenda en el futbol, provocó admiración en sus seguidores, reflejado al portar su casaca.
Sin embargo, la mancha del narco que carga a cuestas es suficientemente grave y pesada como para que hubiera un sector que prefirió no opinar sobre el tema. Los fans rojinegros eran hasta temerosos ante las cámaras cuando se les cuestionaba sobre si creían inocente a Rafa. Unos opinaban que sí, que Márquez sería incapaz de meterse en esos problemas bochornosos que le achacaron desde el vecino país del norte. Pero otros sí tenían sus dudas. Manifestaron que era preferible aguardar a que las autoridades dicten sentencia, “porque sólo él sabe si lo hizo [el lavado de dinero para el crimen organizado] o no. Nosotros debemos seguir apoyándolo”, según narró un miembro de La Fiel.
Los problemas legales de Márquez tardarán en resolverse. Pueden ser años. Pero ayer, sus compañeros no lo olvidaron. Como pudieron, le rindieron un homenaje.