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Adame y Zendejas triunfan en La Petatera

Adame y Zendejas triunfan en La Petatera
13/02/2014 |01:25
Redacción Querétaro
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COLIMA.- El matador de toros Joselito Adame y el joven rejoneador queretano Alejandro Zendejas resultaron los triunfadores de la primera corrida de feria de la plaza de toros La Petatera en Villa de Álvarez, Colima, ambos con el corte de dos orejas. Se fueron en blanco el rubio queretano Octavio García “El Payo” y el torero madrileño Julián López “El Juli”.

El torero de Aguascalientes, Joselito Adame, fue el primer triunfador de la corrida de la artesanal plaza La Petatera, ante un lleno en los tendidos, al conseguir dos orejas con su segundo ejemplar de la tarde.

Dos orejas fue también el premio al rejoneador queretano Alejandro Zendejas, quien con el toro de regalo ofreció una faena aprovechando las buenas embestidas del animal y que finalizó con un rejón de muerte hasta el fondo, con el que acabó de convencer al respetable y al juez, ya que con el primero poco pudo hacer y con el que había recibido rechiflas de los presentes.

El festejo contó con ejemplares de la ganadería de Fernando de la Mora, con divisa amarillo y blanco, que lucieron sin trapío y faltos de fuerza en los remos.

La corrida celebrada a la usanza charra, incluyó también la participación del español Julián López "El Juli" y el queretano Octavio García "El Payo", quienes sólo cumplieron ante la baja calidad de los toros.

Con el primero en su turno, "Azteca", de 510 kilogramos, Joselito Adame cumplió con unos cuantos muletazos, pegando hasta cuatro pinchazos, que le valió la rechifla del respetable.

En su segundo, "Calador", de 500 kilos, armó una serie de muletazos a base de derechazos cerrados con el de pecho, consiguiendo una estocada hasta los gavilanes, que a final de cuentas le dieron dos orejas, aunque la segunda fue a petición de los villamelones y del empresario, que lo exigió al juez de plaza.

Ambos se mostraron voluntariosos ante toros amansados, faltos de bravura, distraídos, débiles y huidizos, errando en la estocada final, al grado de escuchar llamadas de atención por parte del juez, pero sobre todo el descontento del público.