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Cuernavaca.— A su paso surgen gritos de apoyo. Su presencia agita a comerciantes, transeúntes y trabajadores que realizan las obras de rescate del centro histórico. Cuauhtémoc Blanco, el futbolista, ex seleccionado nacional, siempre americanista y actual precandidato a la alcaldía de Cuernavaca, acude al sitio de actual convulsión política en la localidad.
En su trayecto es abordado por la prensa. Elude preguntas sobre su propuesta política. Dice que no es tiempo de hablar de su proyecto de campaña, pero cuando termina su recorrido por la plaza Lido, sitio de venta de ropa, fayuca, zapatos, manifiesta su rechazo a la obra que se realiza en la calle Guerrero, porque dice, lesiona la economía de los comerciantes de ese corredor. “Es una injusticia, porque al final de cuentas, le quitas economía al comercio”, sostiene.
Su ingreso a la plaza Lido es por la calle Tepetates y de ahí camina por los puestos y a su paso surgen vivas a su persona; los comerciantes vitorean su nombre como alcalde de Cuernavaca, casi como cuando vestía la del Tri. Y cuando le preguntan sobre sus propuestas de campaña, otra vez dice: “Todavía no puedo, soy precandidato”.
En ese lugar, dice estar motivado por la gente que necesita apoyo, porque él también tuvo la necesidad de trabajar en lugares como la plaza Lido. “Me motiva la gente que necesita apoyo, porque yo sé lo que se siente trabajar en estos lugares. Me motiva que el pueblo esté bien”, afirma.
Luego pide a la ciudadanía confiar en su propuesta para las próximas elecciones de Cuernavaca, porque. “Soy un ciudadano más y no un político y sólo pido que la ciudadanía confié en mi y yo no lo les voy a quedar mal”, expone.
Al final, sube a una camioneta en compañía del presidente estatal del Partido Socialdemócrata, Julio Yáñez, y parte hacia la colonia La Carolina, para comer pozole en uno de los sitios más populares de Cuernavaca.