Guillermo Vázquez puede dormir tranquilo... Por ahora. Sin dar una gran exhibición, Cruz Azul logró una importante victoria 1-0 sobre los Jaguares de Chiapas y consiguió su boleto para las semifinales de la Copa MX, duelo donde el estadio Azul tuvo una pobre entrada, muchas butacas quedaron vacías.

Poca afición asistió al coso de la colonia Nochebuena, síntoma del mal momento futbolístico que atraviesa el cuadro cementero. Los pocos seguidores que acudieron al inmueble, abandonaron el mismo, inquietos por la irregular actuación de los celestes, que apenas les alcanzó para salir con el triunfo.

Y es que, los visitantes jugaron con un cuadro plagado de jóvenes. John Córdoba, Édgar Hernández, Gerardo Espinoza y Édgar Andrade fueron los únicos de experiencia que utilizó José Guadalupe Cruz. El resto, viajaron a Tuxtla Gutiérrez desde el domingo para preparar el choque del viernes próximo ante los Monarcas Morelia, por la Liga.

Aún así, le dieron batalla a un Cruz Azul que tampoco utilizó a futbolistas que son regulares en el torneo local. Pablo Barrera, Teófilo Gutiérrez y Gerardo Flores no arrancaron el duelo, aunque los dos primeros sí tuvieron minutos.

Desde que inició el compromiso, El Profe Cruz se mostró inquieto. Poco fue el tiempo que estuvo sentado. Empezó a dar instrucciones en busca de evitar situaciones de peligro del rival. La poca paciencia del técnico contrastó con la pasividad de Memo Vázquez. El timonel celeste pocas veces se paró, era mayor la ansiedad del auxiliar José Luis Salgado que, con libreta en mano, apuntó los aciertos y desaciertos de los azules.

De las pocas veces que estuvo en el área técnica, la afición recriminó a Vázquez. Apareció una frase que se ha vuelto recurrente, el “¡fuera Memo! que no causó gracia en el entrenador. En cuanto la escuchó, se llevó la mano a la cabeza en gesto de reprobación, sin darle mayor importancia al asunto.

El primer lapso fue de amplio dominio jaguar. Las opciones más claras las fabricó el visitante, con un John Córdoba que se cansó de fallar. La Máquina tuvo pocas acciones, que se pueden contar con los dedos de una mano, lo que explica el por qué los seguidores cementeros abuchearon el accionar de su equipo.

Ni con los ingresos de “Teo” y Barrera, el equipo mostró otra cara. La falta de profundidad y la poca puntería de Mariano Pavone, influyeron para que Cruz Azul ganara, con dificultades, un duelo que en apariencia, no tenía mayor problema ante la cantidad de ausencias de los visitantes que, al final, influyeron para que fueran eliminados de la Copa.

Y fue gracias a un penalti que los celestes salieron con el triunfo. Pedro Hernández trabó dentro del área a Teófilo Gutiérrez. El central Jorge Antonio Pérez no dudó en marcar la infracción. El mismo colombiano pidió la pelota y la mandó cerca del poste izquierdo, imposible para Édgar Hernández que recostó al lado contrario. En cuanto el balón rebasó la línea, “Teo” alzó la vista y apuntó al cielo, mientras era felicitado por sus compañeros del equipo de La Noria.

En la recta final, el duelo se detuvo cerca de 20 minutos. Parte del alumbrado dejó de funcionar, lo que fue aprovechado por ambos técnicos para dar instrucciones.

Al reanudarse, el Cruz Azul se fue encima sin éxito. Sobresale sólo la victoria que le dará horas de tensa calma al Cruz Azul, un tanque de oxígeno para Memo Vázquez, aunque el cuadro sigue sin abandonar la terapia intensiva.

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