BARCELONA.— Sin brillo y quizá sufriendo más de la cuenta, pero el Barcelona anestesió ayer un poco su mal momento al clasificarse para los cuartos de final de la Liga de Campeones, al ganar 2-1 ante el Manchester City, en un partido aclarado con un gol y una destacada actuación de Lionel Messi.
A pesar del triunfo por 2-0 en campo inglés en la ida, el conjunto español acudía a la cita con angustia por sus últimas actuaciones en la Liga española.
Sin embargo, Messi se encargó de ahuyentar los fantasmas del Camp Nou, con un gol en la segunda parte. Con la serie ya resuelta, Kompany igualó para el City y Dani Alves dio el triunfo al Barcelona.
Los primeros minutos fueron para el City, amparado en su superioridad en la media, pero le faltaron precisión en los pases y llegada al área con varios jugadores. Sergio Agüero fue un náufrago en la primera mitad y apenas entró en contacto con el balón.
Tras las dudas iniciales, el Barcelona se hizo con el mando del encuentro durante un buen tramo. Principalmente, porque elevó muy arriba la línea de presión y todos sus futbolistas se implicaron en defender y atacar. Y también se vio pronto que Messi quería asumir un rol protagónico en el cotejo.
Por ello, en la segunda mitad, Cesc Fábregas filtró un pase, Lescott fue un agujero en el medio y apareció el argentino dentro del área para marcar con su facilidad habitual ante la salida de Hart. Ahí acabó el partido y la eliminatoria.
Así, sin demasiada brillantez y con ciertas dudas resueltas por Messi, se clasificó el Barcelona para los cuartos de final, un logro que le ayudará a intentar recuperar la autoestima, tras días de críticas.
Mientras, el City se despidió sin dejar huella en la primera aparición en octavos de la Liga de Campeones en toda su historia, en un nuevo golpe al balompié inglés.