QUERÉTARO.— Los jugadores de los Gallos Blancos del Querétaro no se van a concentrar. Mas esto no es por rebel- día de los futbolistas, a quienes se les adeudan dos meses y medio de sueldo, pues no cobran desde inicios de año, sino simplemente, porque las arcas del club están vacías, no hay dinero.

“No tenemos para concentrarnos, no tenemos para viajar, mucho menos para una comida especial. No contamos con eso. Lo mejor sería que ya nos interviniera [la Secretaría de Hacienda y Crédito Público]”, asegura una fuente cercana a la directiva queretana, que solicitó el anonimato; la misma acepta que el club está en la incertidumbre desde que el dueño del equipo, Amado Yáñez, fue acusado de fraude por las autoridades mexicanas, a través de su empresa Oceanografía. Nadie, ni en la misma Liga MX o la propia FMF, les puede decir qué va a suceder con los pagos, qué va a pasar con su futuro.

“No estamos intervenidos, como dicen en México”, revela la fuente. Y es que, Decio de María, presidente de la Liga, aseguró que el club de la Primera División, junto con los Delfines del Carmen, de la Liga de Ascenso “fueron intervenidos por la Procuraduría General de la República (PGR) y entregados al Sistema de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) de la SHCP, como sucedió con Santos y León, y en ese momento a nadie se desafilió”.

La realidad en Querétaro es que “no hay gente de la Secretaría de Hacienda interviniendo las taquillas. Sería mejor que ya nos intervinieran, por lo menos, así sabríamos cuándo nos van a pagar”, menciona el entrevistado.

Mientras eso sucede, cuerpo técnico, jugadores y personal administrativo, tanto en el estadio La Corregidora, como en el Centro Gallo de Alto rendimiento (Cegar), “actúan de buena fe. No saben qué va a pasar con el equipo, pero siguen aquí, de pie”, revela la fuente.

Son cerca de 200 familias las que dependen del equipo de Gallos: “Los medios sólo se concentran en la cuestión de los jugadores de Primera División, pero también están los jugadores de la Sub-17, Sub-20, la Segunda División, entrenadores de estas categorías, y personal administrativo”.

Entre los entrenadores de los equipos de menores se encuentran ex futbolistas conocidos como José Luis González China, Héctor Altamirano y Agustín Morales, además de los famosos “asesores” del club: Claudio Suárez, quien también aparece en el organigrama como vicepresidente, y Jorge Campos, quienes han brillado por su ausencia.

Hasta el momento, quienes dan la cara a los jugadores y a los trabajadores, son dos personas: Adolfo Ríos en lo deportivo, y Víctor Arana, en lo administrativo.

Guillermo Cantú, quien fungía como presidente de Grupo Delfines, “no se ha aparecido en el club”, desde que estalló el escándalo de Amado Yáñez.

La realidad es que no hay con qué pagar. La taquilla que se recaudó en el juego de Copa contra Atlas servirá para pagar el funcionamiento del estadio y cubrir el viaje de la próxima semana a Monterrey para jugar la jornada 12.

Los Gallos viven al día.

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