Toluca.— Afectados por la polémica arbitral, los Diablos Rojos del Toluca rescataron un empate en casa a costa de los Rojinegros del Atlas, en duelo que salvo el extraño gesto del silbante Jorge Pérez Durán, hubiera pasado de largo en un reparto sin goles.
El resultado instaló al conjunto choricero en la sexta posición del Clausura 2015, con los mismos números que los atlistas, pero mejor diferencia de goles, de ahí que la tropa de Tomás Boy se encuentre en el octavo escalón.
La contienda arrojó pocos pasajes de peligro en las porterías.
En el primer lapso, apenas un par de aproximaciones del cuadro escarlata, bajo la conducción de José Saturnino Cardozo. La primera de ellas desperdiciada por Jerónimo Amione, al volar su remate, luego de ser alimentado por un buen servicio de Lucas Lobos. Más adelante, Richard Ortiz sacudió las redes de Federico Vilar, mas el nazareno invalidó por un ajustado off side.
El Atlas, más a la defensiva, procuró salir mediante latigazos.
En el complemento, las cosas no cambiaron, porque los tapatíos se sentían muy cómodos en retaguardia. Aún así, sobre el minuto 70, el conjunto rojo comenzó a tocar en corto, hasta habilitar a Carlos Esquivel —quien ayer cumplió 350 partidos—. El bombazo cruzó mucho su envío y el gol se ahogó en la tribuna, cuando todo indicaba que se rompía el empate.
Mas en el minuto 75, la historia dio un giro gracias al penalti señalado por el árbitro en contra de los Choriceros y que poco después enmendó con un bote a tierra.
Jordan Silva desvió el esférico con el brazo izquierdo. Tras reclamos por parte del Toluca, Pérez conversó con el cuarto árbitro León Vicente Barajas a través del intercomunicador y, luego de rectificar su fallo, reanudó el juego con salomónico bote de balón en el área escarlata, aunque para entonces eran los Rojinegros quienes le echaban en cara el fallo.
Algo o alguien provocó que Pérez Durán se retractara y modificara su decisión, sin siquiera recibir alguna señal directa de su asistente en la banda. La confusión invadió al cuerpo arbitral y eso se hizo muy evidente, de ahí los reproches de los Rojinegros y, posteriormente, los del técnico Tomás Boy.
“No sé si tocó el balón con la mano, porque en principio, el árbitro cobró el penalti y después dijo que se equivocó”, justificó el central choricero, Paulo da Silva. “Hay que ver la repetición. La polémica va a existir, pero el resultado es justo, porque los dos hicimos cosas para ganar”, abogó el paraguayo, al término del juego en el Nemesio Díez.
“Lógicamente perdimos dos puntos, el partido estuvo para los dos lados, los primeros minutos tuvimos opción con Carlos Esquivel por derecha y no supimos aprovechar ante un rival que jugó bien, que vino a proponer, a tratar de robarnos puntos y lo hicieron”, estableció José Saturnino Cardozo, desesperado ante la falta de triunfos de parte de sus pingos.
“Seguimos en la zona de clasificación”, lo consoló Paulo da Silva, quien sin embargo, admitió que “tenemos que mejorar”, al no quedar satisfecho del pobre marcador. “Obviamente, el resultado no nos favorece, porque jugamos de local, pero estamos sumando y el resultado fue justo”, agregó.
Furioso, luego de reprocharle al árbitro la inesperada corrección, Tomás Boy dejó ver que el Atlas avanzará a la ‘Fiesta Grande’ sin inconvenientes.
“Estamos retrasando nuestro acceso a la Liguilla”, presumió el ‘Jefe’, seguro de que van a ser protagonistas en las finales del certamen.
De momento ahí están, entre los ocho mejores, con todo y que se les ha negado el éxito ante Chivas y ayer frente a los Choriceros.
Del otro lado, Cardozo se mostró orgulloso, luego de que Miguel Herrera convocó a Antonio Ríos, Marco Bueno y Carlos Esquivel. “Es importante cada vez que se fija la Selección hacia un equipo, significa que se están ganando su lugar, con trabajo, buen futbol y profesionalismo”.