La sorpresa de la corrida cjarrotaurina fue Juan Silveti, quien tuvo una faena discreta, ya que el novillo no levantó presencia, pero el estoque fue tan certero que despertó al público y logró cortar un apéndice.
Pablo Hermoso no tuvo un cálido reencuentro con la Santa María, ya que se fue sin premio y con dos descabellos en su regreso a esta plaza queretana, la gente le reconoció con palmas su trayectoria y la faena con sus equinos.
Diego Silveti fue de menos a más, el primero del lote no logró hacerlo subir y tuvo que descabellar, para el segundo, un toro de nombre Silverio, el último toro de la noche, con 471 kilos resultó volador, el astado libró las tablas y entró al callejón sin hacer daño para fortuna de los que estaban ahi.
Gaoneras, estatuarios y bernardinas fue un poco de lo que Diego ofreció en esta noche con el segundo toro, remató con un estoque profundo pero el toro tardó en caer, y tuvo que descabellar, el guanajuatense se retiró con palmas y vuelta al ruedo.
Guillermo se fue sin premio pero conquistó al público de Querétaro en su debut en esta tierra, con grandes piruetas y dominio de su equino, emocionó al público queretano, pero dejó ver que aún le falta camino al momento del rejón de muerte, ya que tuvo que recurrir al descabello, pero demostró madera y vocación.