RÍO DE JANEIRO.— La Copa del Mundo más costosa y más rentable generará miles de millones de dólares a la FIFA, millones para los países que compitieron y miles para más de 700 futbolistas que la jugaron.
De casi 4,500 millones de dólares en ingresos provenientes de acuerdos con televisoras, patrocinadores, servicios de hospitalidad y por el otorgamiento de licencias, la FIFA reparte solo unos 400 millones de dólares entre las 32 federaciones nacionales.
La federación de Alemania o Argentina se llevará el premio de 35 millones de dólares que se le da al campeón del Mundial para gastar a su elección. Serán 5 millones más de los que se llevó el campeón España hace cuatro años en Sudáfrica.
La FIFA preparó una bolsa total en efectivo de 358 millones para el torneo de 2014.
El subcampeón se llevará 25 millones (un millón más que en 2010), los equipos que queden en tercero y cuarto sitio se llevan 22 y 20 millones, respectivamente. La FIFA permite que las federaciones nacionales elijan cómo premiar a sus 23 jugadores.
El año pasado Alemania prometió a todos sus jugadores un bono de 300,000 euros (408,000 dólares) si ganaban una cuarta Copa Mundial. Esto equivale al salario base de un par de semanas de los jugadores alemanes contratados por equipos europeos acaudalados como Arsenal, Bayern Munich y Real Madrid.
Los premios en efectivo para las otras 28 federaciones que fueron eliminadas se quedará igual que en 2010.
Los que pasaron a cuartos de final reciben 14 millones de dólares, los de octavos reciben 9 millones y los que no pasaron de la fase de grupos se quedan con 8 millones.
Además, la FIFA pagó 1.5 millones por adelantado a cada una de las 32 federaciones para prepararse para el torneo, 500,000 dólares más que hace cuatro años.
Esto hubiese ayudado a pagar por campos de entrenamiento antes de llegar a Brasil y solucionar algunos temas de bonos para jugadores de equipos tradicionalmente tenaces, en especial de África. Como siempre, el pago de bonos expuso los problemas financieros de las federaciones africanas y una desconfianza persistente de muchos jugadores hacia los dirigentes.
Tres de cinco equipos africanos —Camerún, Ghana y Nigeria— se distrajeron por el tema de los pagos.
El equipo camerunés llegó con un día de retraso, porque los jugadores se negaron a subir al avión hasta obligar a su federación a endeudarse para asegurar que los jugadores recibirían su pago.
El gobierno de Ghana mandó 3 millones de dólares en efectivo —e hizo que el gobierno brasileño sorteara leyes sobre mover dinero— para evitar una huelga de sus jugadores, a quienes habría prometido un pago de entre 75,000 y 100,000 dólares.
El organismo rector del futbol lamentó que el tema de los bonos fuera distractor.