RÍO DE JANEIRO.— La FIFA respaldó a la empresa Match Hospitality, distribuidora oficial de entradas del Mundial de Futbol de Brasil, que se encuentra en medio de una investigación por la presunta reventa ilegal de billetes.
El director de la empresa, Ray Whelan, está acusado de ser supuestamente el líder de una red internacional de reventa ilegal de entradas.
Match Hospitality es propiedad de los hermanos mexicanos Jaime y Enrique Byrom, que en 2007 llegaron a un acuerdo con la FIFA para la explotación de los paquetes de hospitalidad de los Mundiales de 2010 y 2014 por un total de cerca de 240 millones de dólares.
Recientemente la empresa también se hizo con los derechos de los Mundiales de 2018 y 2022, pero el precio no trascendió. La FIFA señaló que trabajó con Byrom por más de 30 años y que “confía en el comportamiento leal y respetable” de la empresa, con sede en Cheadle, cerca de Manchester, Inglaterra.
El ente rector “confía en que tras una evaluación de los hechos y conceptos de negocio se exonerará al personal y a los directores de Byrom plc”, indica un comunicado.
Whelan, de 64 años, fue arrestado el lunes en el marco de las investigaciones y el martes fue puesto en libertad bajo fianza. Previamente, fueron detenidas 12 personas la semana pasada en Río de Janeiro y Sao Paulo.
El jueves, los investigadores declararon al directivo como “fugitivo” después de no encontrarlo en el hotel. Sin embargo, esta calificación fue desestimada por los abogados de Whelan.