La Liga MX está tan decidida a erradicar el grito de “puto” en las tribunas, que aplicará sus normas a rajatabla y podría sacar al público en pleno partido, con tal de que deje de escucharse en los estadios del balompié nacional.
El Reglamento de Competencia 2017-2018 establece, en su artículo 63, tres fases para inhibir el alarido discriminatorio.
Primero, el silbante parará el partido y se hará un anuncio de advertencia mediante el sonido local. Si se mantiene el grito homofóbico, los equipos irán a los vestidores, mientras el duelo se detiene entre cinco o 10 minutos.
Si la expresión persiste, se interrumpirá el choque, se desalojará al público y, una vez que las gradas estén vacías, continuará el juego.
Consultado acerca de estas nuevas disposiciones reglamentarias. Arturo Brizio, presidente de la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol, asegura que tienen que “estudiar” la norma a fondo, aunque “sí hay la intención” de frenar los encuentros si se presenta el grito.
“Hay un lineamineto de FIFA en ese sentido. Nosotros necesitamos estudiar a fondo y dar instrucciones en ese sentido. No podemos decir que al primer grito se va a parar el partido. Tenemos que ser muy prudentes con la aplicación”, revela a EL UNIVERSAL.
“Para mí le están echando un paquete muy grande al árbitro. Pero si hay un reglamento de FIFA, pues hay que cumplirlo. Sí existe la intención [de suspensión de partidos]”, aclara el mandamás de los silbantes mexicanos.
La norma contra el alarido discriminatorio se han endurecido a partir de que el organismo rector del futbol internacional amagó con imponer sanciones a México, durante la pasada Copa Confederaciones.
Ahora, la dirigencia del torneo local quiere que desaparezca por completo de los cosos nacionales.
El 21 de junio, Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, solicitó que el público creara otra expresión en los estadios, aunque también explicó que “las sanciones que se aplicarán ya las establece el actual reglamento de competencia”.
Los directivos de los clubes apelan a que la cordura impere sobre cualquier potencial castigo.
“Lo he dicho en reiteradas ocasiones, la afición debe entender por medio de la concientización, no se debe llegar a otros extremos para parar esto. Nosotros hemos hecho una campaña permanente para tratar de frenar ese tema”, manifiesta Francisco Suinaga, vicepresidente ejecutivo del Toluca.
“No hemos revisado aún los alcances de esta regla, vamos a analizar lo que se debe hacer al respecto en todos los casos. No sabemos aún como lo comunicaremos a la gente que venga al estadio”, asume el dirigente escarlata.