Al día siguiente de la eliminación tricolor en la Copa de Oro ante Panamá, Carlos Salcido alimentó aún más la polémica al dejar entrever que el ambiente en el seno de la Selección Mexicana no es el mejor.

Reintegrado a la pretemporada de los Tigres, debido a que había formado parte del grupo que participó en la Confederaciones, el dos veces mundialista aseguró que “hace seis meses te daba un placer estar en la lista de la Selección, porque sabías que el grupo estaba bien, las cosas estaban saliendo de manera adecuada y el ánimo estaba perfecto; no había ningún problema”.

Diagnóstico basado en la tensión que rodea a un combinado que ya no tiene margen de error en el hexagonal final de la Concacaf rumbo a Brasil 2014.

“Llegas y se siente una presión, una cosa diferente, y es por lo que está pasando la Selección”, finalizó.

Casi tres semanas después, el tapatío intenta dar carpetazo al asunto y concentrarse en la etapa más crucial del proceso encabezado por José Manuel de la Torre, mas no se anima a contradecirse y presumir que no hay tensión en el grupo.

“A veces no sé si soy tan güey o directo, pero en ocasiones digo las cosas y no soy muy bueno para explicarlas de forma adecuada”, afirma. “No pasa algo. Al final, esto es parte del show“.

“Uno sólo sabe el sentir de cada concentración, equipo, grupo, pero no pasa algo. Estamos acá, tratando de hacer lo nuestro y aprovechar [el juego contra Costa de Marfil]”.

Más allá de que la única manera de fulminar las críticas es con una victoria frente a Honduras, en el Estadio Azteca, el 6 de septiembre.

Con nueve años como seleccionado nacional, Salcido sabe que los cuestionamientos aparecerán, sin importar los resultados o funcionamiento del representativo.

“Es parte del show, como un mal necesario, porque —a veces—, cuando las cosas están muy bien, hasta uno mismo anda buscando... Pero no pasa algo”, insiste.

Así es que prefiere olvidar tropiezos, declaraciones y malos momentos. Invita a unir fuerzas para cerrar con victorias la eliminatoria y garantizar la presencia del Tricolor en el Mundial por sexta edición en fila.

“Es lo que todos anhelamos”, recuerda. “Ya es momento de no hablar más”.

“Hay que trabajar, estar ahí y listo, buscar meterse en lo que es nosotros y dejar a un lado todas las cosas que han pasado. Hay que seguir, no hay más”.

Para que los tragos amargos y malos entendidos, como algunos que ha protagonizado, queden como meras anécdotas.

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