El juego termina y el estadio Azul habló: gran abucheo para Francisco Jémez, y el técnico de Cruz Azul reaccionó pintándole “dedo” a la tribuna, una acción reprobable en una institución respetada como lo es la cementera.
Para el español, nada sucede, él es feliz. “No se perdió”, dice sosteniendo con pinzas un argumento nadie cree y que ahora se le vuelve en contra.
Con el hartazgo acostumbrado por los cuestionamientos de la prensa, el español defendió a los suyos: “¿No lo ven? Soy el tío más feliz con mi equipo”.
El empate contra el Toluca, simplemente no tuvo repercusiones negativas para él. “Tuvimos mucho que ver en que Toluca no tuviera una tarde acertada. El equipo no se merece un reproche, estoy satisfecho”, dijo.
Y, pese a los abucheos de la afición azul, Paco Jémez no se cansó en describirse agradecido:
“Jugamos mucho mejor y no nos hicieron daño. La gente nos anima hasta en los momentos más difíciles. Ahora sentí a la grada más cerca, vi más gente en el estadio”... y les pintó dedo.