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Ya no hay ojos cristalinos, labios secos o quijadas apretadas... Aunque sí el recuerdo de esos días oscuros, en los que el barco tricolor parecía hundirse irremediablemente.
Con la tranquilidad que otorga por fin imponerse en casa, Javier Hernández confiesa que los futbolistas de la Selección Nacional sentían pena debido a su mal paso en el hexagonal final de la Concacaf rumbo a Brasil 2014.
“No me gusta mucho hablar de lo que pasó, pero la realidad es que sí sentíamos vergüenza por lo que sucedía”, confiesa El Chicharito. “Nos dolía mucho no poder ganar, sobre todo en un estadio tan bonito como el Azteca, que siempre lucía lleno gracias al apoyo de la gente”.
Frustración de la que nadie escapaba, sin importar su rol en el combinado entonces dirigido por José Manuel de la Torre.
Pese a que algunos seleccionados fueron criticados por supuesta indolencia ante la crisis del representativo, el carismático delantero asegura que la tristeza invadía a cada uno de sus compañeros si empataban o caían en la última etapa eliminatoria rumbo a Brasil 2014.
“Todo el grupo era consciente de la necesidad”, subraya el tapatío. “Los jugadores que llegamos a estar en los partidos pasados y los que estuvimos en éste sabíamos de eso, que teníamos que salir a morirnos dentro de la cancha siempre”.
“Gracias a Dios se dio el resultado, un poco apretado, pero [fue] muy bonito para la gente”.
Lo que les permite levantar el rostro y saldar, aunque sea un poco, la deuda que adquirieron con la afición al protagonizar el más pobre accionar del Tricolor, en el Estadio Azteca, dentro de una eliminatoria.
Después de ganar sus tres partidos en la ronda previa (el último en Torreón, ante El Salvador), los verdes igualaron sin tantos con Jamaica, Estados Unidos y Costa Rica, crisis que se agravó con el histórico y doloroso revés ante Honduras (1-2), el que provocó el cese del Chepo.
Amargos tragos que comienzan a superarse poco a poco.
“Este triunfo nos da muchísimo para seguir trabajando”, considera el futbolista del Manchester United. “Se tuvieron muchas llegadas, un buen funcionamiento”.
“Lamentablemente, nos metieron un gol, pero la genialidad de Raúl [Jiménez] nos salvó el barco”.
