Rabat, Marruecos .— El Cruz Azul debuta hoy en el Mundial de Clubes ante el Western Sydney Wanderers de Australia, en un choque del que saldrá el rival del Real Madrid, el gran favorito para el título.
El estadio Príncipe Moulay Abdallah será el escenario del duelo, que se disputará justo después del otro partido de cuartos de final, el que medirá al Sétif argelino con el Auckland City de Nueva Zelanda.
“Llegamos con toda la responsabilidad del mundo”, dijo Marco Fabián, uno de los jugadores más importantes del Cruz Azul.
“Venimos a trascender, a hacer historia y a levantar el trofeo de campeones”, añadió el atacante. Para eso, La Máquina deberá vencer al campeón de Asia (Australia pertenece a esa Confederación desde 2006), a los Merengues y, después, la final.
“Tanto el Sydney como nosotros estamos soñando con ganar para medirnos al Real Madrid, hoy en día el mejor equipo del mundo”, dijo el experimentado director técnico de los Cementeros, Luis Fernando Tena.
“Queremos reivindicarnos con nuestra afición, con nosotros mismos, con el equipo”, añadió el ‘Flaco’. “Queremos demostrar el futbol que juega el Cruz Azul: de gran intensidad, calidad y que trata bien el balón”.
Los azules conquistaron la Liga de Campeones de la Concacaf en abril, pero no volvieron a mostrar un nivel similar y después cayeron en los cuartos de final del Clausura 2014, mientras que en el último torneo ni siquiera lograron avanzar a la Liguilla.
Ahora, el Cruz Azul tendrá enfrente a un Western Sydney Wanderers cuyos futbolistas llegaron a amenazar con no jugar el Mundial por una disputa en el reparto de las primas económicas. Finalmente, llegaron a un acuerdo.
En la mente de los oceánicos está un eventual choque con el Madrid. “Tener la oportunidad de medirnos con colosos como ése es lo más grande que hay”, dijo el portero Ante Covic.
Sin embargo, los jugadores australianos saben que el Cruz Azul no será un rival fácil. “Normalmente, los mexicanos juegan con ritmo alto, son muy rápidos, no tienen miedo, corren y tienen técnica”, dijo el ariete brasileño Vitor Saba.