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Guerrero indomables en el ring

Guerrero indomables en el ring
14/01/2014 |00:01
Redacción Querétaro
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Pocas guerras boxísticas llegan a una trilogía. Ésta, en cambio, se definió hasta un cuarto enfrentamiento. Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao representan una de las mayores rivalidades del boxeo mundial de la historia que aún se remembra en las charlas de los aficionados.

Pláticas de sobremesa en donde se discute sobre las decisiones controversiales, los golpes propiciados, del nocaut final rubricado por el potente puño de El Dinamita Márquez. Una tetralogía desarrollada a lo largo de ocho años.

Caballeros bajo el ring, guerreros indomables sobre el enlonado. El capitalino y el filipino alcanzaron la cifra de 1.5 millones de paquetes e Pago Por Evento vendidos en su última batalla, realizada el 8 de diciembre de 2012, además de que realizaron la primera gira internacional para promocionar un combate de boxeo. Muestras del interés generado en lo que fue el capítulo final de su rivalidad.

La noche del 8 de mayo de 2004, en Las Vegas, inicio la primera querella de una guerra. Márquez cayó en tres ocasiones durante el primer round. Pero el réferi Joe Cortez tuvo el atino de no parar la batalla. Con un fuerte sangrado en la nariz, Márquez llegó casi arrastrado a su esquina. Ahí recibió las indicaciones de su inseparable entrenador Nacho Beristáin y, con ello, el inicio de una remontada para llegar a las tarjetas.

Una decisión de empate que no dejó contento a nadie. Menos a Pacquiao que, por un mal conteo en el primer round del juez Burt Clements dictaminó empate.

Cuatro años después y cinco libras más arriba, se volvieron a encontrar un 15 de marzo de 2008. La pelea se desarrolló con rounds para ambas esquinas, aunque con más golpes conectados por parte de JuanMa. No obstante, los jueces dictaminaron victoria dividida para el tagalo y el título superpluma del Consejo Mundial también.

La sensación de haber sido robado creció en el interior del mexicano y exigió una tercera batalla para lo cual realizó su mejor preparación realizada hasta ese momento de su carrera.

Pese a que Márquez dio una cátedra de boxeo sobre el ring del MGM de Las Vegas el 12 de noviembre de 2011, los jueces le dieron la victoria nuevamente a Pacman, con el colofón de un filipino que tuvo el cinismo de afirmar que había ganado merecidamente.

Tras meditar el retiro, decepcionado del boxeo y deprimido por lo sucedido, El Dinamita sorprendió con la idea de sostener un cuarto enfrentamiento.

Pacquiao y Márquez no escatimaron esfuerzos en su última batalla. Desde la primera campanada buscaron el nocaut para aclarar la superioridad de uno sobre el otro de una vez por todas. Manny cayó a la lona en el tercer asalto y Juan Manuel lo hizo en el quinto.

Y cuando Márquez peor se veía, con el rostro reventado y una cortada profusa en la nariz, llegó ese poderoso derechazo en el sexto round que mandó a Pacquiao a la lona de donde no se paró tras más de un minuto inconsciente.

Fueron un total de 42 rounds disputados, mil 95 golpes conectados, seis visitas a la lona y cinco títulos expuestos en tres categorías distintas.

Una guerra definida por un contundente nocaut, la imagen de Juan Manuel Márquez en lo alto de una esquina y un Manny Pacquiao incrustrado en la lona después de 13 años de no caer así.