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Si su vida no estuviera llena anhelos, hace algunos meses, si no es que años, hubiera puesto el punto final en su carrera dentro de los encordados. Los cuatro cinturones que posee son el sueño de cualquier pugilista, incluso de los consagrados. Pero Érik El Terrible Morales en lugar de recordar sus grandes triunfos, prefiere prepararse para los que vienen.
Morales, de 38 años de edad, no le teme a las críticas que le han hecho por seguir en el boxeo, a lo que le tiene miedo es a no intentar cumplir sus sueños.
“Me critican o me preguntan para qué sigo en el boxeo a mi edad ya que todo he logrado; les digo que persigo un sueño, deseo lograr unas cosas más, no quiero irme a mi casa preguntándome por qué no lo intenté y aunque enfrentaré a un rival joven, con hambre, tengo lo necesario para ganar y lograr el sueño que busco”, señaló El Terrible, quien el próximo 22 de marzo se medirá con Jorge Maromerito Páez.
De salir con el puño arriba en su pleito contra el Maromerito, Érik Morales podría subir de nuevo al cuadrilátero para buscar la quinta corona mundial.
“Estoy en la recta final de mi carrera y en mi próximo combate comprobaré en qué estado me encuentro. Tengo confianza en mi capacidad y experiencia para enfrentar a un rival joven con ambiciones como es Jorge Páez”.
Sin embargo y aunque la posibilidad es latente, El Terrible prefiere ser cauto y analizar su actuación, antes de dar un paso al título.
“Todo depende de cómo me vea el próximo 22 de marzo. Pero te repito que no me quiero quedar con las ganas de intentarlo”.
Por su parte Maromerito Páez sostuvo que no dejará pasar la oportunidad para derrotar a un peleador con tanto nombre e historia como Morales, que sin duda lo pondrá un peldaño más arriba en sus búsqueda de un campeonato mundial.
“Érik es un peleador con mucha experiencia, derrotarlo para mí sería dar un gran paso rumbo a un título mundial”, afirmó.