SAO PAULO, Brasil.— Desde el aire se ve una extensa selva de concreto invadida por algunos manchones de bosque en medio de interminables hileras de edificios. Es la megalópolis de la América del Sur. La segunda ciudad más grande de América Latina, después de la Ciudad de México; la capital financiera de este país y hogar de 20 millones de personas. Cosmopolita, vanguardista, glamorosa y extremadamente cara. Aquí inicia nuestro recorrido por seis de las 12 sedes mundialistas de la Copa del Mundo 2014.
El 12 de junio a las 17:00, hora local, los ojos del mundo estarán puestos en esta ciudad. El árbitro dará el pitazo del partido inicial entre la selección anfitriona, Brasil, contra su similar de Croacia en el estadio Arena Corinthians, en el Barrio Itaquerá, al este de esta ciudad. Aquí se jugarán seis partidos de la Copa del Mundo.
Ciudad de paso obligado
Por la compleja logística de esta Copa del Mundo, esta ciudad, junto con Río de Janeiro y Brasilia. se convertirá en un paso obligado para los viajeros. Para los seguidores mexicanos Sao Paulo puede ser un punto atractivo, ya que de aquí se puede llegar a la ciudad portuaria de Santos, a una hora por carretera, donde la Selección Mexicana estará concentrada, para luego regresar a esta ciudad y tomar un vuelo a Fortaleza, Natal o Recife, donde el Tri jugará en la primera ronda.
Sao Paulo junto con Río son los estados más futboleros de Brasil. Tiene a tres de los equipos más exitosos y populares: el Corinthians, el Sao Paulo y el Palmeiras. Incluso aquí está el Museo del Futbol, en el estadio Pacaembú.
La historia registra a Sao Paulo como la cuna del futbol en Brasil. Aquí llegó a establecerse Charles Miller, un descendiente de británicos que presentó el futbol como deporte a esta ciudad en 1894. De aquí se diseminó rápidamente a todo el país. Lo mismo se jugaba en lujosos clubes que en potreros, playas, baldíos y llanos.
Pero Sao Paulo también carga con sus grandes defectos: conglomeraciones y el peor tráfico de todas las ciudades del país; inseguridad, mucha contaminación y una inflación económica que deja fríos incluso a europeos. Aquí la vida es muy cara: las rentas de departamentos, la ropa, la comida y por supuesto, el hospedaje. Es la ciudad más cara de América del Sur y la decimonovena a nivel mundial, según el informe sobre costo de vida de la consultora Mercer.
En Sao Paulo vive el 10 por ciento de la población total de Brasil, en menos de una milésima parte del territorio nacional. La mayoría son migrantes. Las clases con más recursos moran al interior: ejecutivos, profesionistas, empresarios y empleados gubernamentales; en la periferia se han formado las favelas más grandes del país.
La capital financiera
Sao Paulo es por mucho la ciudad más visitada de Brasil. Y no por sus atracciones turísticas, es porque aquí al día se concretan miles de negocios. La mayoría de empresas transnacionales y las más importantes de Brasil y América Latina tienen una oficina en esta ciudad.
En un día entre semana, a la hora del almuerzo, por sus calles y avenidas se puede ver un desfile de miles de personas enfundadas en caros trajes, corbatas, zapatos de marca y bolsos lujosos que llegan a los cafés para tomar un lunch y descansar en algunas de las salas de estar que tienen incluso asientos tipo cama. Son abogados, operadores de bolsa, asesores financieros, diseñadores, creativos de marketing... Hay de todas las razas y nacionalidades.