El Real Madrid cobró hoy ventaja en su eliminatoria de octavos de final de la Champions League ante el Paris Saint-Germain en un duelo extraordinario que resolvió por 3-1 gracias a un tremendo final.
El conjunto blanco sacó su orgullo de campeón para voltear un duelo que nació con un gol de Adrien Rabiot que contó con la respuesta de dos tantos de Cristiano Ronaldo, uno de ellos de penal, y otro de Marcelo.
Qué partido. El Real Madrid puso en ventaja la eliminatoria porque su instinto de supervivencia es único. Estuvo contra las cuerdas y sacó dos golpes postreros para dejar a su rival aturdido. La vuelta en París propone otro duelo épico.
El Real Madrid ya tuvo la puesta en acción que se le pide al campeón. Se fue a buscar a su rival al área ante una hinchada inflamada. Le ayudó un gran Isco, la sorpresa de Zinedine Zidane en detrimento deGareth Bale, y la superioridad generada en el centro del campo con Marcelo.
Pero el PSG tiene a Neymar. El brasileño se echó a las espaldas a su equipo y él solo equilibró el duelo con su portentosa calidad. Llevó el pánico con su extrema calidad. Se diluiría en la segunda mitad.
Las llegadas a ambas áreas se sucedían y Cristiano Ronaldo tuvo un mano a mano que Alphonse Areola sacó con la cara. La respuesta del PSG ocurrió a los 33 minutos, con una arrancada de Kylian Mbappé que concluyó con el remate franco de Rabiot llegando desde atrás para adelantar a los visitantes.
No merecía semejante castigo el Real Madrid, que acusó el golpe durante unos minutos. Pero se recompuso como un grande. Karim Benzema obligó a Areola a hacer una gran parada y el córner resultante fue el inicio del gol. Toni Kroos fue derribado en el área a los 44 minutos por una torpeza de Giovani Lo Celso y Cristiano Ronaldo transformó el penal. Así se fue una primera parte colosal.
La segunda parte comenzó con el PSG como dominador ante un Real Madrid que comenzó a dar pasos atrás. Sin embargo, el conjunto francés también sufría cuando no tenía el balón. Son dos equipos diseñados para correr hacia adelante.
Unai Emery quitó a Edinson Cavani y puso a Thomas Meunier porque veía temblar el centro del campo. A cambio, Zidane quitó a Benzema y puso a Bale. El encuentro estaba en el alambre y a expensas de una individualidad. Un choque vibrante, casi dramático.
El PSG volvió a adueñarse del duelo en el tramo final con el Real Madrid visiblemente fatigado y Zidaneparalizado sin hacer más cambios. El gol rondaba el área blanca ante la angustia de la hinchada local. Pero todo cambiaría su curso por sorpresa.
El técnico del Real Madrid puso a Lucas Vázquez y Marco Asensio para jugar los diez minutos finales en un Bernabéu al borde del infarto. Y el choque comenzó a decidirse por puro azar. A siete minutos del final, Asensio centró, Areola rechazó y el balón le golpeó a Cristiano Ronaldo para marcar casi involuntariamente.
Y tres minutos después llegó el tercer gol local. Asensio progresó, centró y apareció el imprevisible Marcelo para marcar un tanto que provocó el delirio del Bernabéu. El Real Madrid sigue siendo el campeón y dejó al multimillonario PSG aturdido