Sentir antipatía por la combinación que forman los colores azul y amarillo es parte esencial de su ADN, lo trae en la sangre.
Miembro de una familia plenamente identificada con el Guadalajara, Omar Arellano confiesa lo mucho que le representa medirse con el América, ese club al que anhela eliminar durante esta semana.
“Por supuesto que siempre hay algo especial, por la tradición, la familia y mi ex equipo [las Chivas], pero aquí jugamos en conjunto”, aclara el hoy atacante del Monterrey, en entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL. “Si me toca anotar, por supuesto que lo voy a celebrar... Y más si es en el [Estadio] Azteca, donde debuté”.
El tapatío se refiere a la tarde del 24 de octubre de 2004, cuando se presentó en la Primera División, con el Pachuca. Rubén Omar Romano le dio la oportunidad de jugar los últimos cinco minutos, en la igualada (1-1) que los Tuzos rescataron frente a los entonces dirigidos por Mario Carrillo. Enésimo capítulo de una historia que luce perpetua.
Porque los azulcrema han estado ligados a su vida desde el día que nació. La Nueva Pina creció con la influencia de la animadversión hacia las Águilas, lo que explica su gran fecilidad cada que les anota.
Tres de los 22 goles que suma en el máximo circuito han sido contra el América, pero valieron dos triunfos del Rebaño Sagrado en Clásicos de clásicos. Ninguno como el del 26 de octubre de 2008. Aquella noche marcó el doblete que fulminó al acérrimo rival (2-1).
“Esos partidos no se olvidan, quedan en el recuerdo de uno”, sentencia, orgulloso. “Siempre está presente y por supuesto que hay que jugar a tope, con esa motivación”.
Sentimiento remasterizado por la relevancia que tiene dirimir un boleto a la final.
Arellano no ha olvidado que el equipo de Miguel Herrera fue su primer verdugo como futbolista del Monterrey, lo que incrementa el anhelo de dejarlo en el camino.
“El América nos tocó en la primera fecha, fue de los [juegos] más complicados en el torneo, pero el Monterrey está hecho para ser protagonista, buscar el título en ambos torneos [Liga y Concacaf]... Y se ha demostrado”, sentencia. “El equipo está muy motivado, contento”.