Miguel Herrera ha convencido a sus jugadores que no pueden quedarse, otra vez, en la instancia de semifinales. El boleto a la final es una obligación más. La eliminación a manos del Monterrey implicaría otro rotundo fracaso para las Águilas, con todo y la suma de puntos y records en la foja del Piojo, desde su estadía de año y medio en Coapa.

“Los veo concentrados, conscientes, metidos. Estamos otra vez en la instancia donde nos hemos quedado y estamos conscientes que no queremos nada más llegar hasta aquí”, ataja el director técnico del América, en entrevista con TDN. “El equipo está metido, concentrado, el ánimo es a tope. Ganar dos clásicos, obvio tiene a la gente contentísima y como se dio al final, con un extraordinario gol de Chucho [Benítez]”, añade.

La mira es evitar las burlas que en el pasado heredó Cruz Azul cuando se le dio perder varias finales, al grado de que se le clasificó como “Subcampeonísimo”. Hoy ya hay quienes hablan de estas Águilas como “semifinalísimas”, si una vez más pierden con Monterrey en esta instancia. “Misión cumplida cuando consigamos el logro máximo”, se aferra Herrera. Hoy el equipo está ahí, peleando la parte de arriba de la tabla, eso es bueno, pero nada que ver con lo que queremos hacer”.

Folclórico, Herrera está acostumbrado a etiquetar de “tontos” a quienes no comulgan con sus ideas y una vez más emplea ese calificativo en su afán por aclarar que no se dirigía al árbitro Marco Rodríguez cuando expresó: “Soy tu papá”, luego de ser expulsado el sábado. “Era para un jugador de Pumas que se estaba burlando y sí, le iba diciendo ‘soy tu papá’, porque le hemos ganado cinco partidos seguidos [a Pumas] y aquellos tontos que dicen que era para el árbitro, mejor que se pongan a fijarse”, reprocha.

Herrera sólo recibió un juego de suspensión. “Me echó porque quiso”, insiste. Él se porta muy bien.

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