Ondinas y clavadistas abrirán hoy la participación mexicana en el Campeonato Mundial de Natación en Budapest.
Nuria Diosdado, Karem Achach y Joana Jiménez, así como los seleccionados que participan en trampolín de un metro, inauguran la competencia en la que las principales esperanzas de medalla están puestas en los saltos de altura.
“Vamos con el objetivo de ubicarnos entre las primeras ocho del mundo, un resultado que sería histórico para México”, comentó Diosdado, líder del representativo nacional de nado sincronizado.
A diferencia de ediciones anteriores en las que los clavados convencionales representaban la mayor posibilidad de medalla, en esta ocasión Adriana Jiménez y Jonathan Paredes son quienes, según sus recientes resultados, podrían ubicarse entre los primeros tres.
“Los resultados que he tenido me dan fuerza para regresar a casa con una medalla; he demostrado que estoy a la altura de las mejores y ojalá pueda subir al podio, como lo hizo Jonathan en Barcelona 2013”, dijo Jiménez, quien hace unos días se llevó el primer lugar en la Serie Mundial realizada en Portugal.
Ante la ausencia de los medallistas olímpicos Paola Espinosa, Iván García, Germán Sánchez y Alejandra Orozco, Rommel Pacheco es la carta fuerte en los saltos ornamentales convencionales.
“Hay que tomar en cuenta que es una selección joven, muchos de ellos quizá no consigan medalla, pero estar en un top cinco no sería un mal resultado”, comentó.
México estará representado por 47 atletas. Kiril Todorov, presidente de la Federación Mexicana de Natación, no ofreció un pronóstico.
A nivel internacional, China con sus clavadistas, y Rusia, con su selección de nado sincronizado, serán los rivales a vencer en la primera parte del Mundial. Los asiáticos son los dominadores en todas las alturas; hace dos años, en el Mundial de Kazán, se llevaron 10 de los 13 títulos mundiales en juego.
En 2015 Rusia sólo dejó escapar el oro en dúo mixto técnico en sincronizado.