Mario Trejo fija la mirada, hace ademanes bruscos y aumenta el volumen de su voz. Lo hace para asegurar que llegó a recomponer el rumbo de Universidad y para lograrlo, “no me va a temblar la mano a la hora de tomar decisiones”.
El nuevo Vicepresidente Deportivo de los Pumas promete esa firmeza en su segunda etapa como directivo auriazul. Sabe que la estirpe del cuadro universitario exige buenos resultados y pronto. Eso se lo ha com unicado al cuerpo técnico y jugadores.
“No nos va a temblar la mano si hay que tomar una decisión drástica, para eso estamos en ese puesto”, sentencia Trejo.
Se tuvo que presentar solo en su nuevo cargo. Era llamativa la ausencia del presidente del Patronato del Club, Jorge Borja Navarrete, quien presentó a Alberto García Aspe hace 15 meses con bombo y platillo en una conferencia en el estadio Olímpico Universitario. En cambio, del jerarca auriazul ni sus luces.
Pero a Mario Trejo no le importó que no estuviera el Ingeniero. Habló con los jugadores y Antonio Torres Servín, técnico del equipo.
Cuando terminó buscó a los medios de comunicación. Tenía una corbata azul y oro, combinado con una camisa blanca. Lo que no traía era una “varita mágica”, ni el traje de “mago”. Para que el enfermo universitario resurja “se necesita trabajo”.
“No hay varita mágica ni hay plazos, desde ahorita el objetivo es mejorar. De un día a otro no se puede ir de un nivel a otro. Estoy convencido que a la afición hay que darle resultados”, manifiesta.
A Pumas le urge el éxito y rápido, aunque Efraín Velarde, defensa auriazul, avisa que el regreso de Mario al club “no garantiza nada”.