Chicago.— Los Cubs de Chicago resolvieron ayer a su favor una serie de postemporada en el Wrigley Field, algo que jamás habían conseguido en su larga historia, gracias a jonrones de Kyle Schwarber, Anthony Rizzo y Javier Báez, que les permitieron doblegar 6-4 a los Cardinals de San Luis.
Chicago ganó la Serie Divisional de la Nacional en cuatro juegos.
Un día después de imponer un récord de Playoffs, con seis cuadrangulares, los Cubs aseguraron el boleto a la Serie de Campeonato con más bateo poderoso, ante una multitud delirante.
El equipo dirigido por el manager Joe Maddon, que avanzó a la postemporada con el boleto de comodín, se medirá al ganador de la serie entre los Dodgers de Los Ángeles y los Mets de Nueva York.
La última vez que los Cubs llegaron a la Serie de Campeonato fue en 2003; cayeron en siete ante Marlins.
Chicago perdió esos dos últimos encuentros en casa, incluido uno muy recordado por la intervención de un espectador que frustró un out crucial por parte de Moisés Alou, de los Cubs.
Chicago debutó en el Wrigley Field en 1916, ocho años después de que los Cubs ganaron por última vez la Serie Mundial.
El cerrador Héctor Rondón ponchó a Stephen Piscotty, el catcher Miguel Montero recogió la pelota para acabar el encuentro y la multitud enloqueció.
“Se lo merecen”, dijo Rizzo entre los festejos. “Con suerte esto es sólo el comienzo de lo que viene”.
Ningún equipo pasa por mejor momento desde el cierre de temporada que Chicago, que terminó con el mejor récord en las Ligas Mayores con 97 triunfos, luego de sumar cinco campañas perdedoras.
Los Cubs eliminaron a dos equipos que finalizaron arriba de ellos en la Central de la Nacional. Primero a Pirates de Pittsburgh en la ronda de comodines y luego mandaron a casa a un equipo de San Luis que fue líder de Grandes Ligas con 100 triunfos.
Los Cardinals, afectados por lesiones, habían llegado a la Serie de Campeonato de la Nacional las últimas cuatro temporadas.
El tablazo de Rizzo ante el lanzador perdedor Kevin Siegrist en la sexta puso arriba a Chicago luego de que San Luis había anotado dos carreras para empatar.
Los aficionados apenas se estaban calmando tras festejar el tablazo de Rizzo cuando Schwarber disparó un colosal disparo de cuatro esquinas en la séptima. La pelota se perdió un tiempo en cielo y pasó por encima de la pantalla del estadio hasta golpear un anuncio de cerveza.
Los dos cuadrangulares de Rizzo y Schwarber junto al jonrón de tres carreras de Báez ante un lanzamiento de John Lackey en la segunda se dieron un día después de que Chicago implantó una marca de postemporada con seis jonrones en el triunfo del lunes.
Y con la bola saliendo del parque de nueva cuenta, los Cubs ganaron por duodécima ocasión en sus últimos 13 encuentros.
El abridor de los Cubs, Jason Hammel, aceptó dos carreras y tres imparables. Salió del juego luego de darle una base a Jhonny Peralta en la cuarta.
Siete relevistas se combinaron para silenciar al ataque de los Cardinals, que acabó con dos carreras y cinco imparables el resto del encuentro. Trevor Cahill se agenció la victoria y Rondon trabajó la novena para llevarse el salvamento.