Completamente vestida de negro. Viviendo un duelo por dentro, la esgrimista mexicana Paola Pliego se presentó ante los medios de comunicación para oficializar que la Federación Internacional de Esgrima removió la suspensión que pesaba sobre ella por dar positivo por dopaje durante el Campeonato Panamericano de Panamá.
Por espacio de 40 minutos en los que leyó un comunicado y atendió cuestionamientos, la atleta mexicana denunció irregularidades en la forma en la que trataron las pruebas que le realizaron.
Por momentos con la voz entrecortada, Pliego reveló que días antes de la apertura de la prueba B, recibió una llamada que le solicitó no acudiera a la cita.
“La noche del 3 de agosto, antes de la apertura de la prueba B, recibí una llamada que por cuestiones legales me reservo quién la hizo y en la cual me advertían no presentarme. Hice caso omiso y acudí, pero desafortunadamente dio positivo, lo que terminó mi sueño de ir a Juegos Olímpicos”, expuso.
La esgrimista externó que antes de la apertura de la prueba B, fue borrada con “una prisa inusual” por parte de la Federación Mexicana de la especialidad, de la listade deportistas que acudieron a Río de Janeiro.
Acompañada por su abogado, Ricardo de Buen, la esgrimista expuso que acudieron a la Federación Internacional de Esgrima para solicitar un segundo estudio que fue realizado en un laboratorio de Colonia, Alemania, y el cual arrojó que no había rastro de modafinil en ninguna de las dos pruebas.
“Ya con el panorama completo la Federación Internacional decidió profundizar la investigación de mi caso. Se solicitó una muestra de mi prueba A la cual enviaron al laboratorio de la WADA ubicado en Colonia, donde el doctor Greyer, médico reconocido por dicha institución, analizó la muestra. Al finalizar el análisis del dr. Greyer, concluyó que no existían rastros de modafinil, ni del ácido de modafinil en mi prueba A, ni en la B”.
Con enojo, Paola Pliego sentenció que nadie le regresará el sueño de ir a Río de Janeiro”, pero su nombre está limpio.