Waldo de Chihuahua y Eduardo de Michoacán se conocieron en Barcelona y, desde la ciudad catalana viajaron hasta Gdansk para el amistoso de México ante Polonia. “Es la primera vez que veo a la Selección”, confiesa uno de ellos, todavía tiritando. El frío entume, pero igual hay que presumir el atuendo verde y adiós a la chamarra.
Avión, tren y lo que fuera necesario para llegar al estadio. Hicieron una pausa en su vida familiar para realizar la travesía que, al final, valió la pena. Lalo se desgarró la garganta cuando cantó el Himno Nacional y luego con el gol de Raúl Jiménez.
La aventura valió la pena, México venció a Polonia y estos dos regresarán a casa felices.