Portugal sorteó las semifinales y se declaró listo para buscar el bicampeonato de la Liga Marista en una empresa que luce más que complicada, toda vez que en el duelo por el título se verá las caras con el “caballo negro” de la Liguilla, Inglaterra.
A falta de que la directiva de esta alianza futbolera confirme de manera oficial el horario de la gran final, todo apunta para que se dispute este domingo a las 9:00 horas en el Instituto Queretano San Javier.
Para acceder al partido más importante del torneo, en la ronda de cuartos de final, Portugal dejó en el camino a Yugoslavia, mientras que Inglaterra, que calificó como octavo, dejó en el camino al sublíder Holanda.
Portugal, tercer lugar en la fase regular, había eliminado, con marcador de 4-1, a Jamaica en cuartos, instancia en la que Inglaterra dio muestras de grandeza al superar 2-1 al puntero, Malta.
Semifinales
En la antesala de la final, los “ingleses” encararon un gran reto al tener enfrente a Holanda, equipo que finalizó con la tercera mejor ofensiva con 53 goles.
Sin embargo, y a pesar de haber obtenido el último boleto disponible para la “Fiesta Grande” con gran dramatismo en la última fecha, el cuadro que más goles anotó, con 58, no fue otro que el propio Inglaterra.
Pese a las impresionantes cartas de presentación de ambas escuadras en el rubro ofensivo, el partido se desarrolló de manera muy táctica y en medio de un ambiente muy tenso; finalmente, la victoria de los “británicos” fue apenas de 1-0.
Tal como lo hiciera en su compromiso ante Malta, Inglaterra cedió la posesión de la pelota al rival, y con base en el orden defensivo, busco hacer daño por la vía del contragolpe, mientras que, ante el cerrado planteamiento de su rival, Holanda buscó hacer daño con tiros de media y larga distancia.
Lamentablemente para los “holandeses” la estrategia de sus contrarios funcionó y justo antes de culminar la primera mitad, Israel Dávalos sorprendió a propios y extraños al sacar un disparo apenas cruzando la media cancha, que tomó por sorpresa al guardameta y se anidó en su cabaña.
En la segunda mitad dos factores fueron fundamen tales para que Inglaterra saliera bien librado: una destacada actuación de su última línea y su portero, así como la desesperación que a cada minuto era más notoria entre los anaranjados, que nada pudieron hacer.
Por otra parte, el choque entre “portugueses” y “yugoslavos” fue muy peleado en el medio campo, en el que Yugoslavia generó las aproximaciones más peligrosas con disparos de fuera del área, incluido un tiro libre que dio en el poste.
Los verdugos de Argentina en la fase previa atacaron con más ahínco en el complemento y por conducto de Federico Soberón, su goleador, rompieron el cero.
Portugal se volcó a la ofensiva y a 10 minutos del final logró el empate en jugada de táctica fija; el empate le favorecía a Portugal por su mejor posición en la tabla y tras una jugada a balón parado en los instantes finales, en la que hasta el portero de Yugoslavia buscó el empate, cayó el 2-1 de los “ibéricos”, que de esa manera se situaron en la final.