LEÓN.— En el semestre pasado, Cruz Azul también tenía ventaja de dos goles, cuando en un tris el América empató y se llevó el título desde el manchón penal. El recuerdo pasa por la mente del portero esmeralda William Yarbrough, quien no se fía del 2-0 alcanzado en el partido de ida de la final.
“No hay que olvidar lo que hizo el América el torneo pasado, cómo salió campeón”, alerta el guardavallas del León en entrevista con EL UNIVERSAL. “Tenemos que demostrar máxima concentración en 90 minutos. Va a ser un partido muy complicado, no hay favoritos. Nosotros simplemente tenemos que salir a jugarnos la vida en este próximo partido en el Azteca”, añade.
“Contra el América que no va a ser nada fácil. No podemos pensar en los dos goles que tenemos de ventaja”, argumenta Yarbrough, humilde, aún sin creérsela. No quiere cargar el trofeo antes de tiempo. No si se trata del cuadro milloneta, campeón en el semestre anterior con esa costumbre de venir siempre de atrás y rescatar los partidos.
A William, sin embargo, lo tildaban como uno de los puntos débiles del conjunto leonés. Se decía que su inexperiencia le podría costar goles al León en la serie por el título. Pero al menos en el partido de ida, disputado en el Nou Camp, el muchacho se transformó en la figura. Atajó desde todos los ángulos las embestidas de las Águilas. Pero él tampoco canta victoria.
“No, la figura siempre es el equipo, aquí no hay figuras, en este equipo no”, repite una y otra vez. “Hay que destacar el desempeño de todo el grupo y en cuanto a lo mío, yo simplemente disfruto esto. Errores van a haber siempre, pero me preocupa lo que haga después. Y hoy creo que hicimos un buen partido”, asegura con sencillez.
Espigado, avispado, de ojo claro, Yarbrough parece indiferente a los gritos de la gente, que lo elogia, que lo llama, tan sólo para que voltee y los ilumine con su sonrisa. El chamaco entonces se sonroja. Disfruta esa faceta de ídolo que nadie le puede negar.
"Siempre tratamos de mostrar máxima concentración, tenemos que saber lo que nos estamos jugando, que es un título. Y esa concentración no sólo se trata de probar en una final, sino a lo largo de toda la temporada. A veces hay errores, a veces no. Hoy en todas las líneas pudimos acertar y simplemente se disfruta, pero con mucha responsabilidad esta final”, arguye Yarbrough.
Todavía tiene fresco en la memoria aquel pasaje con Rubens Sambueza. El volante azulcrema atravesó la zaga imponente y lo encaró decidido a vencerlo. Mas William bloqueó su intento una y otra vez. Incluso soportó las patadas que agregó el delantero. No, ya demostró que no le intimidan estas Águilas...
“Jugar contra el América sin lugar a duda siempre va a ser muy complicado. El América no por nada es el actual campeón y no por nada están en la final y fueron superlíderes. Entonces no es tenerles miedo, pero hay que mostrar máxima concentración, porque es un rival muy fuerte. En el Azteca, sin lugar a dudas, va a ser un partido muy complicado. Pero tenemos que ir allá con la misma mentalidad con la que salimos", reconoce.
A su corta edad está próximo al máximo reconocimiento, el título de Liga, pero ni así se individualiza. Sabe que todo parte del grupo.
“Más que eso yo me fijo en el trabajo del equipo y ha trabajado para esto", explica, con la motivación que da el haber logrado una ventaja.