LEÓN.— Cual Santa Claus moderno, Carlos Slim repartió dos iPhone 5s de 16 GB y un iPad mini de la misma capacidad a cada uno de los 29 integrantes de la plantilla del León, al término del partido de ida, celebrado en el otrora estadio Nou Camp. El anticipo navideño fue apenas una probadita de lo que les espera si levantan la corona el próximo domingo en el Estadio Azteca, a costa del América, rival futbolístico y competidor directo del magnate mexicano.
“Nos regaló dos iPhones y un iPad, pero no me quedó nada. Toda mi familia ya me lo quitó...”, bromeó el central Juan Ignacio González, previo al inicio de la práctica realizada ayer. Sí, un feroz motivador para un hambriento León, que en silencio ha desafiado al poderío amarillo y lo tiene hoy mismo en la lona, tras el primer capítulo de la final.
Los obsequios de Slim sonrojaron a los futbolistas. “Más que el regalo es plausible siempre que una persona como él, tan importante, nos venga a dar su apoyo, que esté con nosotros y lo bueno es que le pudimos dar alegría de la victoria de ayer” comparte, por su parte, Mauro Boselli, autor del segundo gol en la victoria sobre las Águilas: “Siempre es lindo recibir ese tipo de cosas, porque reconfortan a uno y hace que se sienta uno más a gusto”, añade.
De hecho, sabe que si logran consumar el título, el próximo domingo en el Estadio Azteca, podrían llegar más premios en cascada, pero “primero vamos a ser campeones y después todo lo que venga va a ser bien recibido”, descubre Boselli.
Para Matías Britos “son detalles que estamos muy agradecidos que nos haya regalado, porque creo que es la valoración del esfuerzo que ha hecho el equipo; además, nos felicitó por el gran esfuerzo, está muy contento y quiere que sigamos de la misma manera”.
Hernán Darío Burbano es el más apenado con el asunto de los gadgets: “Jejeje, sí, pues sí, nos dio unos pequeños detalles, pero lo más importante fue la presencia de él”, responde risueño.
“El señor Slim nos dijo que está muy contento no solamente con este partido, sino con el gran torneo que hemos hecho y que esperaba que el domingo, después del partido, estemos todos juntos levantando la copa”, aporta Boselli, todavía con el gusto de la visita del empresario al vestidor leonés, después de la contienda de ida disputada en casa.
“Fue muy emotivo y grato poder saludarlo y conocerlo”, aclara Juan Ignacio González, con gran humildad. “Nos felicitó y agradeció por el buen trabajo que hemos hecho. Está consciente de lo que hemos realizado y destacó también a la afición y a la gente que se ha unido al León. Remarcó también la afición que hemos generado y la oportunidad de saber reposicionar al León como un club grande que siempre lo ha sido”.
Desde la óptica de Burbano, “fue lindo poder compartir con una persona como el señor Slim y que te dé palabras de aliento. Nos dijo que estaba orgulloso del grupo y del equipo que había y que le echáramos ganas”.
En medio de tantos obsequios, incentivos y palabras de aliento, Burbano ya piensa en lo que podría ocurrir al término de la campaña: “Si se concreta [su partida a Tigres] sería fenomenal irse con un título. Y si me quedo, aún más, siendo campeón y teniendo la oportunidad de seguir aquí”.
Boselli pondera más la ocasión de coronarse en el Coloso de Santa Úrsula, algo único para él en su carrera: “Seguro que es algo distinto, no sé si más o menos valor que otros títulos, pero es lindo coronarse en un estadio con tanta historia y mística como el Azteca”.