SAO PAULO.— La Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) y los encargados brasileños del Mundial hacen todo lo posible para que Curitiba conserve una sede del torneo, a pesar de los atrasos en la construcción de su estadio, dijo el secretario general del organismo rector del balompié mundial.
Jerome Valcke señaló que los involucrados en los preparativos de la ciudad, ubicada en el sur de Brasil, “buscan y encuentran soluciones para ayudarlos a ponerse al día y ojalá asegurar que el estadio estará listo para albergar cuatro partidos en la fase de grupos de la Copa del Mundo.
“Informaremos la decisión final a los equipos [la siguiente semana]”, escribió Valcke, en su más reciente columna dentro del portal fifa.com.
La FIFA presentó un ultimátum a los organizadores locales el mes pasado, fijando el martes como plazo para demostrar que las obras en la Arena da Baixada estarán listas a tiempo.
Valcke podría tener otro motivo para preocuparse cuando llegue a Brasil, el siguiente fin de semana, para una visita de inspección. El presidente del club a cargo del estadio Beira-Río, en Porto Alegre, dijo que existe el riesgo de que la sede no sea utilizada en el Mundial, por una disputa sobre quién pagará las instalaciones temporales, aparte del estadio, que exige la FIFA.
“Es una negociación complicada”, dijo el presidente del Internacional de Porto Alegre, Giovanni Luigi. “Si no se soluciona el problema, hay un riesgo de que nos eliminen del Mundial... Y no es pequeño”.
Luigi quiere que el gobierno local comparta el costo, de casi 13 millones de dólares, para construir las instalaciones. Indicó que el club no debe ser responsable de todo el gasto, pero las autoridades locales no quieren involucrarse.