Seattle.— Su ingreso para el segundo tiempo, en lugar de Gonzalo Higuaín, revolucionó aún más a la multitud presente en el CenturyLink Field, pero Lionel Messi sabía que sólo se trataba de tomar un poco de ritmo... Y alcanzar ese récord que tanto acecha.
Sólo consiguió lo primero. Fue lo de menos para la “Pulga”. Sin él en la cancha, Argentina resolvió el juego contra Bolivia (3-0) para ser la única selección que cerró de manera perfecta la etapa grupal en la Copa América Centenario.
Genuino candidato que no ha necesitado demasiado a su astro. Eso sí, sin olvidar el “hat-trick” firmado el viernes contra Panamá. Todos saben que lo importante arrancará el sábado, cuando la Albiceleste se mida con Venezuela, en el estadio Gillette de Foxborough, por los cuartos de final.
Será una buena oportunidad para igualar, o hasta superar, la marca de 54 goles con la playera blanquiazul impuesta por Gabriel Omar Batistuta. A Leo sólo le falta uno para empatarla. Cuestión de tiempo.
Como lo de anoche en el hogar de los Seahawks de Seattle, franquicia de la NFL. Bolivia llegó eliminada, por lo que su apuesta simplemente fue resistir.
Apenas pudo hacerlo por 13 minutos. Érik Lamela abrió el marcador con una ejecución de tiro libre, previo desvío en el atacante boliviano Yasmani Duk.
Las pocas esperanzas que mantenían los dirigidos por Julio César Baldivieso se despedazaron 120 segundos después. Ezequiel Lavezzi aprovechó un rebote del meta Carlos Lampe, quien había contenido un cabezazo del “Pipita”.
Trámite resuelto. Fue coronado con la anotación de Víctor Cuesta (32’), quien nunca antes había subido su nombre la marquesina en un juego oficial con la selección dos veces campeona del orbe.
Esa que tiene a Messi como principal figura, por más que le haya utilizado poco. Redacción