Toronto.— El Campeonato Mundial de Natación está a la vuelta de la esquina. Será en Kazán, sede rusa de la edición XVI de la justa, donde la Selección Mexicana de Clavados buscará una actuación histórica.
Cuatro hombres y cuatro mujeres representarán al país en la competencia que inicia el 24 de julio. Lo harán con la moral en alto después de llevarse cinco de los ocho oros disponibles en los Juegos Panamericanos Toronto 2015.
“Estamos listos. La Selección pasa por buen momento y creo que es posible superar lo que logramos hace dos años. Confío mucho en que los muchachos llegarán convencidos de que pueden hacerle frente a cualquiera”, comentó Ma Jin, entrenadora de Paola Espinosa, Rommel Pacheco y Jahir Ocampo, campeones continentales.
Desde la medalla de oro de Paola en la justa del orbe en Roma 2009, México no ha dejado de tener presencia en el podio. Pero, la oriunda de Baja California se llevó el oro y a partir de entonces, los clavadistas mexicanos no han logrado sumar otro metal áureo. En Kazán, las cosas podrían cambiar.
“Si vencimos a los canadienses en su casa, podemos hacer lo mismo con los rusos, que serán anfitriones. A los chinos ya les hemos ganado y hay que estar pendientes también de los australianos, que siempre están listos para dar la sorpresa. El objetivo es no ir por terceros lugares, sino por oros y platas”, dijo Iván Bautista, encargado de una de las escuelas de saltos más exitosa, la que se desarrolla en Jalisco.
Aunque no se aventuran a pronosticar una cosecha mejor a la de la edición anterior, los saltarines no consideran imposible la posibilidad de que México pueda lograr otro metal que no sea el bronce.
En el pasado Mundial realizado en Barcelona hace dos años, los clavados lograron cuatro medallas de bronce, con lo que México se ubicó en el sitio 26 de la clasificación general.
“En Barcelona gané el tercer lugar y en esta ocasión, aunque el nivel ha subido mucho, me siento con la confianza de buscar más. Nuestras metas siempre deben estar enfocadas en lo más alto”, dijo Pacheco, quien se despidió de Toronto con dos preseas doradas en trampolín de tres metros.
En Kazán, la delegación mexicana buscará mejorar ese registro.
“Para eso trabajamos todos los días más de ocho horas, para pelear las medallas de oro. No es fácil, eso está muy claro, pero la escuela mexicana de clavados es una de las mejores del mundo y queremos que el prestigio permanezca igual”, añadió la entrenadora china Ma Jin, quien llegó a México hace más de una década.
A nuestro país se le considera potencia en competencias internacionales, y como muestra están esas tres medallas en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
“Tengo muchos años compitiendo con clavadistas mexicanos dentro y fuera de su país. Ellos siempre son rivales muy duros, porque no sabes cuando te van a sorprender con un clavado de muy alto nivel de dificultad. Esa es una de sus principales virtudes, además de que sus competidores son muy jóvenes y de gran talento”, analizó el veterano cubano José Guerra, quien fue ganador del metal dorado en plataforma sincronizada.
Hasta ahora, México suma 15 medallas en los Mundiales de Natación de la FINA, todas ellas en la especialidad de clavados. Esta generación de saltarines es una de las mejores en la historia y competirán para refrendarlo.