La seña obscena que el técnico español Francisco Jémez lanzó al finalizar el juego contra el Toluca, en el estadio Azul, no era para responder a los abucheos.
Imágenes en redes sociales y de televisión daban testigo, el sábado por la noche, de cómo Jémez le pintaba dedo a su propia gente, posiblemente hastiado o furioso por el reclamo generalizado de un empate a cero goles.
Había que dar la cara. La cita para la prensa fue ayer por la mañana, en un llamado envuelto de suspenso por el proceder del club.
Ante los medios se presentó el estratega español. Lucía relajado, nada que ver con el timonel hostil del sábado. Pero no estaba solo, a su paso le siguió Eduardo de la Torre, presidente deportivo de Cruz Azul. El anuncio parecía subir de tono, sobre todo porque se advirtió que no habría posibilidad de hacer preguntas.
“Quiero dejar constancia de que es voluntaria [la conferencia], es petición mía y que el club atendió, gracias a la presencia de Eduardo [de la Torre]. Sólo para mi comparecencia, aclarar las versiones de un gesto al finalizar el duelo contra Toluca el sábado pasado.
“¡Totalmente falso! Es falso que el gesto fuera dirigido a la afición o a un sector de ella , desde que llegué a México, mi gran objetivo es defender al club, a mis jugadores y a la afición, y he dado bastantes pruebas de ello. Dicho gesto fue a un sujeto que al acabar el partido y dirigirme al túnel de vestuario, me insultó y amenazó gravemente a mis hijas”, justificó.
Asimismo, Jémez pidió identificar al aficionado que lo vulneró emocionalmente. “Mis hijas tienen 13 y 17 años, son menores de edad, es detestable que un adulto participe en cualquier tipo de degradación sexual hacia dos menores, con la intención de insultar a su padre”, atizó. “Que los medios ayuden a localizar e identificar a esta persona”.
Finalmente, reiteró su integridad con los Cementeros, para confirmar el apoyo de la entidad celeste. “Quiero dejar en claro, hacer un gesto hacia mi afición sería un grave error de mi parte y al día siguiente firmaría mi renuncia”.
Posteriormente, técnico y directivo se marcharon en silencio.
Por otro lado, Guillermo Álvarez, presidente de Cruz Azul, reiteró lo que el silencio del Yayo de la Torre dejó ver: apoyo.
“En este momento, no tenemos ninguna declaración porque acabo de hablar con nuestro director deportivo para poder entender cuáles fueron los acontecimientos. Necesario que lo aclare el propio Jémez. La postura del club es de absoluto respeto para la afición”, indicó para ESPN.
Billy Álvarez abundó sobre la polémica personalidad del ex entrenador de equipos como el Granada y el Rayo Vallecano de la Liga de España.
Y en lo que llega la resolución, Paco alista con normalidad los siguientes duelos de La Máquina, ante Zacatepec, en Copa, y contra el Atlas, en Liga.