VERACRUZ.— Hay veces que los equipos ganan con una pequeña dosis de suerte.
León venció a Veracruz porque la fortuna le sonrió. Un centro que se convirtió en disparo, porque Darío Burbano le pegó mal al esférico, fue suficiente para desequilibrar un partido sin chispa.
El colombiano había llegado a línea de fondo, volteó al área y buscó el servicio para que algún rematador esmeralda empujara el esférico.
Pero ese intento falló. El balón golpeado por el volante de La Fiera hizo un extraño y con potencia se incrustó en el ángulo de la portería veracruzana. La sorpresa fue tal que hasta Burbano se notaba incrédulo por el gol que hizo (5’).
El partido se escurrió entre bostezos, pocas opciones en las porterías y unos Tiburones Rojos desangelados.
Sí, Ángel Reyna comienza a palidecer, luego de que empezó el torneo como la sensación del futbol mexicano. Poco pudo hacer para la causa de su equipo y hasta tuvo una falla donde abanicó el balón que significaba el empate.
De ahí en fuera, el habilidoso atacante escualo fue anulado por la defensiva del León.
Los Panzas Verdes, gracias a su solidez ofensiva ya suman 19 puntos y se ubican en el subliderato del Apertura 2013. Comienzan a perfilarse como un serio contendiente al título del futbol mexicano.
Veracruz, en cambio, se queda con 13 unidades y fuera de zona de calificación. Ayer, en casa sucumbió ante un centro esmeralda que luego la suerte convirtió en gol.