Ganarle a los Tigres era la cereza en el pastel de una semana en la que los Pumas de la UNAM celebraron 60 años de existencia.

Universidad estuvo a punto decoronar su aniversario con tres puntos en la bolsa y la confirmación de su resurrección.

Pero no contaron con los pupilos del “gruñón” Ricardo Ferretti. Los felinos regios le aguaron la fiesta a los auriazules en la agonía del duelo al arrancarles el empate 2-2.

“Ahora estoy del otro lado, no eché a perder casi nada, nada más la mitad [del festejo]. Me hubiera gustado echarlo a perder todo”, ironizó el estratega brasileño.

La fiesta estaba armada. Invitados especiales, con veteranos y funcionarios públicos, como el canciller José Antonio Meade. El rector José Narro, también acudió al Olímpico Universitario, a lo que se esperaba fuera un banqute.

Y todo lucía para un buen carnaval de los Pumas. Dante López se había encargado de alegrar los corazones de los fanáticos de sangre azul y piel dorada.

Inspirado por su gol ante el América, el paraguayo aprovechó el aliciente que significó el que su gente ya no lo abucheara —en cambio, lo vitorearon— para cargarse a los del Pedregal a hombros en la zona de la ofensiva.

Como al apodado DL9, todo le sale bien desde que victimó al América, acudió puntual a empujar un centro diagonal de Eduardo Herrera para inaugurar el marcador en CU (34’).

Dante seguía con su veneno. Los defensores de los Tigres no sabían cómo contenerlo. De hecho, los zagueros norteños ayudaron al paraguayo a gestar el segundo tanto de los Pumas, ayer.

Un mal cabezazo defensivo hizo que López se encaminara hacia la portería. Sacó un disparo que Nahuel Guzmán no contuvo. Cuando el arquero visitante trató de ir por el balón, chocó con otro compañero. El esférico, sin dueño, quedó para que Ismael Sosa hiciera el segundo en el primer tiempo (42’).

Con la ventaja, a los capitalinos se les olvidó la intensidad. Al no tener la camiseta del América enfrente, se relajaron. Y lo terminaron por pagar caro.

Jesús Dueñas, con un disparo que sorprendió a Alejandro palacios, puso los nervios en el estadio Olímpico Universitario (71’).

“Ellos [Tigres], con el gol, se animaron, a nosotros nos pesó el descuento en el marcador. Nos descontrolamos y al final, nos empataron, pero fue por lo mucho que dejamos de hacer en la cancha”, asumió Guillermo Vázquez, técnico de la UNAM.

Esas dudas crecieron en los Pumas. La zozobra cobró una víctima. Luis Fuentes metió la mano y el árbitro marcó penalti.

Juninho lo cobró inclemente. El empate quedó sellado (87’).

Al final del partido, había un cruel silencio. Los jugadores de Universidad se juntaron en el mediocampo para entonar un goya amargo en su cumpleaños 60.

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