MADRID (AP).— Estados Unidos es el indiscutible rey del basquetbol. Y las dudas que surgieron cuando el entrenador Mike Krzyzewski anunció al equipo de jugadores para disputar el Mundial de España, fueron respondidas con una resonante victoria.

La selección estadounidense arrolló 129-92 a Serbia en la final del torneo, en el Palacio de los Deportes de Madrid, y revalidó el título del orbe conseguido hace cuatro años en Turquía.

Con un equipo sin las grandes figuras, como LeBron James, Kevin Durant, Carmelo Anthony y Kobe Bryant, entre otros, Estados Unidos sumó la quinta corona de su historia, igualando a la ya desaparecida Yugoslavia, y demostró que el basquetbol internacional ya no es territorio hostil, con o sin sus mayores estrellas.

Para Estados Unidos fue la victoria consecutiva 63 entre Juegos Olímpicos y Mundiales.

La última derrota del equipo estadounidense se remonta a 2006, cuando cayó contra Grecia en la semifinal del Mundial. El impresionante récord de Krzyzewski en el banquillo es de 77-1.

Con la victoria, Estados Unidos clasificó directo a los Juegos Olímpicos de Brasil 2016.

Serbia, que tuvo marca de 2-3 en la fase grupal, ganó la primera medalla de su historia.

El partido contra los serbios apenas duró cinco minutos.

Eso fue el tiempo que tardó Estados Unidos en responder con un parcial de 15-0 al agresivo arranque serbio.

El armador de los Cavaliers de Cleveland, Kyrie Irving, con 26 puntos, y el guardia de los Rockets de Houston, James Harden, con 23, lideraron a los campeones.

La superioridad fue total en defensa, en la pintura y en el tiro exterior. Estados Unidos anotó 15 triples, por los cinco de los europeos, y contabilizó un acierto que rozó 70% en los dos primeros cuartos.

Los estadounidenses sentenciaron el partido antes del descanso, con casi 30 puntos de ventaja. Los dos últimos cuartos fueron puro espectáculo por parte de las dos selecciones. Volcadas, tapones y rápidas transiciones que hicieron las delicias del público.

En Serbia, Milos Teodosic, con 10 puntos, y Nemanja Bjelica, con 18, pelearon por evitar que el resultado fuera más escandaloso.

Estados Unidos se presentó en España con una selección nueva con respecto de los Juegos Olímpicos de Londres y sólo repetían Krzyzewski y Harden.

Las mayores estrellas de la NBA renunciaron a la competición, pero el fondo del armario del basquetbol estadounidense es ilimitado. Concentrado al máximo bajo la dirección de Krzyzewski, intenso en defensa y muy acertado en ataque, Estados Unidos dejó claro por qué no le tose nadie desde hace muchos años.

El hecho de que el torneo se jugara en España, rival de Estados Unidos en las finales olímpicas de Beijing 2008 y Londres 2012, hizo pensar que podría haber emoción en el último partido.

Pero los anfitriones se quedaron en el camino.

Estados Unidos siguió a la suyo, haciendo oídos sordos a las voces que hablaban de este equipo como la versión “C” o “D” con respecto de las vistas recientemente.

La superioridad demostrada ante las mejores selecciones del Mundial evidenciaron que Estados Unidos ha recuperado el liderato del basquetbol, que llegó a perder entre 2002 y 2006.

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